M. R. F.
GIRONA.-
La Guardia Civil de Girona ha asestado un nuevo golpe contra los narcotraficantes que pretenden usar la Costa Brava como punto de entrada de droga.
Mientras los encargados de recoger el último alijo que llegaba por mar se encontraban en el acantilado situado a unos 30 metros del puerto de Colera, escondidos en las copas de los árboles, encaramados en medio de palés fijados al árbol con clavos y recostados en colchones a la espera de que el velero amarrara, los agentes, sigilosos, controlaban sus movimientos. En el marco de las operaciones de vigilancia y control de la costa que lleva a cabo la Guardia Civil, sobre las cuatro de la madrugada del jueves, patrullas terrestres de vigilancia detectaron la presencia sospechosa de varios vehículos por las inmediaciones del puerto de Colera, un sitio muy tranquilo en esta época del año.
En seguida se puso en marcha un dispositivo de vigilancia sobre la zona marítima y terrestre se pudo detectar la presencia de un velero amarrado en un dique del puerto, así como un camión en movimiento por las inmediaciones. Los agentes permanecieron a la espera y sobre las 6.00 horas se inició la operación de desembarco de los fardos que contenían la droga, desde el barco hacia el camión.
En ese momento las unidades de la Guardia Civil que intervenían en el dispositivo procedieron a interceptar la operación deteniendo a siete personas en tierra y dos en el velero. Además, aprehendieron un total de 250 fardos que contenían un total de 6,5 toneladas de hachís, así como el velero y un camión.
Horas más tarde, detectaron en un control de carretera a otro de los participantes en el alijo por lo que se le detuvo y se decomisó el Golf en el que circulaba. En el dispositivo participaron Unidades de la Guardia Civil de Barcelona y Girona, de Roses y patrulleras del Servicio Marítimo y el Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil (GEAS). Estas patrulleras inspeccionaron el litoral para intentar localizar posibles fardos de droga relacionados con esta operación. El alijo quedó en el cuartel de la Guardia Civil de Roses y los diez detenidos, ocho de nacionalidad marroquí, uno alemán y otro español, fueron trasladados a la comandancia de Girona a la espera de ser puestos a disposición del juzgado de instrucción de guardia de Figueres como presuntos autores de un delito contra la salud pública.
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