ANTONIO OLALLA
MADRID.-
Mientras en Italia el fenómeno ultra marca los ritmos del campeonato, actualmente la actividad de estos grupos en España está en transformación y receso debido a la escasa renovación generacional. La situación viene provocada por la labor policial, que ha asfixiado la actividad ultra apoyada en las grandes sanciones que impone la Comisión Antiviolencia, que pueden ir desde 3.001 euros hasta los 60.000 euros, y la prohibición de entrar en los recintos deportivos durante determinados espacios de tiempo. Sin embargo, las autoridades no bajan la guardia ante la actual tensa calma. No quieren otro Catania a las puertas de alguno de nuestros estadios.
La transformación de los fondos radicales españoles viene dada por las fuertes medidas policiales, que han obligado a los grupos radicales a actuar de forma más organizada, alejándose las actuaciones violentas del perímetro del estadio. También han cambiado su vestimenta, con una indumentaria ahora menos llamativa, y han adelantado la hora de llegada al estadio rival para evitar así los controles policiales. Miembros de algunos grupos han decidido abandonar sus antiguas gradas para camuflarse por el resto del estadios.
Ultras Sur. Nacieron en 1980 y posiblemente son los más famosos de España debido a su violencia y a su fuerte politización, hacia posiciones de extrema derecha. Los ultras madridistas actualmente están viviendo una segunda época dorada, según sus propias declaraciones, debido a la recuperación de su fondo sur tras el destierro por el asunto de la caída de la portería en la semifinal de la Champions de la temporada 1997/98. Además, el fondo madridista está recibiendo la entrada de savia nueva con lo que el relevo generacional está asegurado. Numerosas organizaciones neonazis se empapan de su rutina.
Frente Atlético. Es el grupo más numeroso. Los ultras rojiblancos celebran este año su 25 aniversario en plena renovación y aumento de sus actitudes violentas, que les han valido la pérdida de la confianza de los directivos del club rojiblanco, que años atrás agradecieron a los radicales de la ribera del Manzanares el haber devuelto el ambiente a las gradas, sobre todo en las temporadas en las que el club militó en Segunda División.
Boixos Nois. Nacen en el año 1981 y en sus orígenes están marcados por una tendencia catalanista que actualmente ha ido perdiendo importancia, debido principalmente al dominio que ejercen sobre el grupo los Casuals F.C.B., de tendencia españolista y considerado el grupo más violento de las gradas españolas, con conexiones con traficantes y extorsionadores de la capital catalana. Los Boixos actualmente están casi extintos en el Camp Nou, tras las duras acciones de Joan Laporta con ellos. Sin embargo, el club se muestra menos intransigente con grupos de hinchas de marcado carácter independentista.
Brigadas Blanquiazules. Afines al Espanyol. La marcha al estadio Olímpico Lluis Companys y la presión ejercida por la junta directiva, debido a la violencia y a la fuerte politización del grupo, ha hecho que este grupo ultra haya entrado en una fase terminal que posiblemente acabe con la disolución del mismo. Como hecho reseñable a destacar es que en las gradas del antiguo estadio de Sarriá se vieron a los primeros skinheads nazis españoles.
Herri Norte. Nace a principios de los años 80 en Bilbao como grupo de apoyo al Athletic. De clara tendencia abertzale, son posiblemente el grupo más violento ultraizquierdista de todo el fútbol español. Además, cuenta con numerosos apoyos del club y de organizaciones vinculadas con el entorno abertzale.
Yomus. Los ultras del Valencia están muy vinculados a la extrema derecha y tienen actividades relacionadas con la venta ilegal de anabolizantes y la seguridad de las discotecas de la costa de Levante.
|