CARLOS E. CARBAJOSA
MADRID.-
A grandes males, grandes remedios. Fabio Capello no lo habría hecho si las cosas le pintaran de otra manera. Pero le pintan fatal, es más que probable que se juegue su puesto hoy en Anoeta y no le ha quedado otra que pedir un favor a su plantilla. Favor por favor, y ante las peticiones públicas de sus futbolistas, el técnico italiano ha convocado a David Beckham. Ésta fue una realidad que ayer salió de Valdebebas; otra fue que el italiano se mostró exageradamente tenso, hasta el punto de que amenazó con realizar sus ruedas de prensa en italiano porque, según él, se le malinterpreta. De hecho, contestó a tres preguntas en su idioma natal.
«Entrenará con nosotros, pero no volverá a jugar con la camiseta del Real Madrid», dijo Capello el pasado 14 de enero. Fue una decisión que consensuó con Ramón Calderón y Pedja Mijatovic. Pero en las cuatro últimas semanas, el equipo ha caído en la Copa del Rey, ha perdido fuerza y partidos en la Liga, ha bajado hasta el cuarto puesto, se ha quedado sin gol (cuatro en ocho encuentros) y ha dejado a la afición echa un guiñapo. A lo largo de esta horrible travesía, Beckham ha asistido religiosamente al Bernabéu; allí en su palco, con su cara guapa y sus ojos de chico apaleado, mandando mensajes por su móvil a Vicky, contándole que el equipo lo hace rematadamente mal.
«Beckham es un gran profesional y esta semana ha entrenado perfecto», aseguró Capello. El técnico dejó caer primero que el apoyo de los jugadores sí había influido en su decisión, pero minutos más tarde aseguró que de eso nada.
«Rectificar es de sabios», asintió en confesar, después de enredarse con su idioma para explicar por qué ha accedido a llamar de nuevo al centrocampista inglés. Según el técnico, esta decisión no le dejará tocado ante su vestuario. «No creo que pierda autoridad frente a ellos, no», sin que nadie se creyera poco o nada sus palabras.
Cuando hace un mes dijo que Beckham no volvería a vestir la camiseta madridista usó varias excusas; una fue la psicológica porque entendía que el inglés ya estaba pensando en Los Angeles Galaxy y que no metería la pierna como antes; otra fue de plazos: «Además, él se tiene que marchar en marzo porque allí empieza antes la competición». Ayer asombró a todos un poco más: «Cuento con él hasta junio».
Después explicó por qué Gago no jugó el pasado fin de semana, frente al Levante, y sí lo hizo tres días después con la selección argentina durante los 90 minutos: «El pasado sábado entrenó y me dijo que necesitaba un día más para la recuperación, igual que los doctores. No estaba contento porque quería jugar, pero no podíamos arriesgar. Pedimos a Argentina que tuviese mucho cuidado y jugó todo el partido, aunque no era una lesión importante».
En la mimsa línea surrealista, el italiano afirmó no haber elogiado a los ultras del Fondo Sur del Bernabéu tras el partido con el Levante. motivo que le ha supuesto una reprimenda de la Comisión Antiviolencia. «Cada vez que uno habla, si se llama Fabio Capello, algo sale, siempre es noticia. por eso no acepto las críticas de esos señores. Deben leer mis declaraciones contra los que hacen violencia. Yo dije eso de los ultras, pero me refería a la afición buena. Yo soy antiviolencia».
La conclusión final es que un Fabio Capello muy nervioso se presenta en Anoeta y que una derrota le podría mandar de vuelta a Italia o a Marbella, a jugar al golf.
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