TAU CERAMICA 82
CAJA SAN FERNANDO 73
Prigioni (10)
Rakocevic (15)
Vidal (10)
Scola (23)
Peker (3)
Erdogan (12)
Splitter (8)
Arslan (1)
House (-)
Teletovic (-)
s.c.
H. Price (20)
Cazorla (6)
Ignerski (-)
Alexander (12)
Bueno (6)
C. Marco (11)
Videnov (5)
Femerling (8)
Tskitishvili (5)
Arbitros: Martín Bertrán, Perea y Guirao
Eliminados: Splitter (min. 36), Cazorla (min. 37) y H. Price (min. 39).
JOSÉ MARIA MARTIN CARPENA. 8.400 ESP.
MALAGA.- A veces, cuando el rival es tan poderoso y tiene tanto tronío como el Tau, hay que recurrir al pusilánime, manido y lamentable tópico que dice que lo importante es participar. Participar es secundario, ganar es lo que importa cuando se compite a nivel profesional. El Caja San Fernando no se olvidó de ello en ningún momento, pero el conjunto de Perasovic estuvo muy por encima de los sevillanos durante todo el encuentro. Trabajó bien debajo de los dos aros, le imprimió un ritmo endiablado al choque, fue capaz de defender al máximo siempre, obtuvo un 40% en triples, nunca dio opción para que le acercaran y no le hizo falta jugar al máximo para vencer.
El Tau va siempre de frente. Una especie de locomotora que sólo tiene dos posiciones en un partido de enjundia: anotar y morder. Es difícil encontrarle otro sentido a su juego y desde el primer minuto del choque de ayer lo demostró. Rakocevic fue el primero en poner las cosas claras. Tres triples de cinco en el primer periodo para el balcánico que fueron secundados por un terrible Scola. ¿Quien puede pararlo cuando está bien? Desde luego Antonio Bueno, Alexander, Femerling y compañía no. Los de Comas sufrieron el castigo que se les impuso en el sorteo por entrar en la Copa con sufrimiento y sólo Price parecía dispuesto a plantarle cara al vendaval vasco. Ocho puntos abajo en el primer cuarto para los sevillanos y una sensación de flotar en el aire para los vascos.
Así las cosas, el Tau puso la directa. A dos minutos para el descanso llevaba una renta de 15 puntos y anotaba la mitad de los triples que tiraba. Fue una gran máquina de anotar y un duro problema para el Caja que ni siquiera supo la manera de tomarle ventaja a los de Perasovic con las rotaciones. Daba igual que Scola estuviera en el banquillo, la ventaja del Baskonia nunca menguaba.
No se le ocurría nada al bueno de Comas para detener a un equipo enrachado que jugó en el último cuarto con la arrogancia y la suficiencia de quien sabe que ha hecho los deberes durante el curso. Por mucho esfuerzo de los sevillanos, el ímpetu de sus hombres altos no intimidaba, mientras que la efectividad de los pequeños, excluyendo a Price, los crucificó con un partido en el que dieron la sensación de ser un conjunto anodino ante uno de los pocos equipos ACB que puede que no sea de otra galaxia, pero en ocasiones lo parece. Lo mejor del Tau fue que no tuvo que pisar el acelerador, tendrá pólvora para hoy en la semifinal, la sexta consecutiva que disputa en la Copa.
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