ALBERTO ROLDAN
Como si de una novela compuesta de un sinfín de capítulos se tratase, las eléctricas iniciaron esta semana un nuevo episodio de su crónica.
Para los que crean que la OPA de Endesa está próxima a su fin ahí tenemos la sutiles declaraciones del presidente de la eléctrica que, pese a haber doblado su cotización en apenas 18 meses -habría que ver si orgánicamente lo hubiese conseguido- declaraba la oferta de E.ON «adecuada» pero «insuficiente» (¿?). Esas declaraciones, que no invitan a pensar que el consejo se haya rendido, más la posición de Acciona y los penúltimos intentos que podamos ver para salvar la eléctrica, me lleva a plantearme que alguna que otra sorpresa podríamos tener antes del definitivo consejo de Endesa el 20 de marzo.
Y quedan el resto de eléctricas, muy beneficiadas por cierto de la subida de Endesa. Iberdrola movió ficha con Scottish Power, un movimiento claramente defensivo a pesar del cual el mercado sigue especulando con posibles acercamientos. Se habla de Enel, difícil, de EDF, muy difícil, de RWE, ¿otro episodio hispano-alemán? apostaría la banca a que no. Y podríamos seguir con Gas Natural, EDP, GALP... Pero sin duda alguna lo que con más insistencia se comenta es una posible integración con Unión Fenosa. En ese sentido, la apuesta de ACS es clara, y por ese motivo toca las puertas para poder ejercer el voto en ambas eléctricas, en un claro agravio comparativo con lo ocurrido años atrás con bancos o medios de comunicación por su presencia en dos accionariados competentes entre sí y que fueron obligados por ley a desinvertir. Y por si fuera poco estamos en vísperas de tramitar el régimen de primas para las renovables. Otra batalla dura de pelar, otro capítulo por escribir.
En definitiva, creemos que si eléctricas, constructoras y resto de actores implicados en este juego han sido protagonistas en lo que llevamos de año, justificando por tanto gran parte de las subidas del Ibex y el diferencial de rendimiento respecto al resto de grandes Bolsas europeas, no hay motivos para pensar que seguirán siéndolo en las próximas semanas, un hecho que sin duda posibilitaría que el Ibex alcanzase los históricos 15.000 puntos. Sin embargo, independientemente de su consecución, la más que importante subida acumulada y el elevado grado de sobrevaloración de muchas compañías, nos hace ser cautos sobre la sostenibilidad de un índice continuadamente alcista apoyado de forma exclusiva en el sector eléctrico, por lo que el mensaje sería de precaución.
Alberto Roldán es director del Departamento de Análisis de Renta Variable.
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