Los Sanahuja tuvieron que aclarar su postura a raíz de la publicación en el diario Cinco Días de una eventual oferta por la totalidad del capital. «Ante determinadas informaciones aparecidas en prensa, se pone en conocimiento del mercado que en el momento presente no existe por parte de Cresa, ni de persona física o jurídica alguna vinculada a la misma, decisión ni intención de formular nueva oferta pública de adquisición sobre Metrovacesa», señaló en su remitido.

No obstante, Cresa deja la puerta abierta a futuras operaciones. En el escrito, asegura que se encuentra «en su derecho para ponderar en todo momento cualesquiera operaciones económicas, actos jurídicos, acuerdos con terceros o acciones legales que convengan a su interés y resulten conformes a su ordenamiento».

Desde que el pasado año declararan la guerra a Joaquín Rivero, los Sanahuja se han hecho su hueco como socios mayoritarios en la compañía, pero no han culminado su propósito para hacerse con su gestión. Los catalanes controlan un 39,6% del grupo desde que concluyera la guerra de OPA abierta contra su máximo ejecutivo.

El anuncio de una nueva oferta de los empresarios catalanes forzaron a la CNMV a suspender la cotización de la inmobiliaria a primera hora de la mañana. Al cerrar tan agitada jornada, los títulos de la inmobiliaria se dejaron un 1,75% y cerraron a 117,60 euros. En lo que va de año se ha depreciado un 8,48%, después de que a lo largo de 2006 duplicara su valor en Bolsa.

De momento, la única vía que tienen los Sanahuja para hacerse fuertes en la empresa es hacerse con la totalidad de las acciones. Sin embargo, si se decantan por desbancar a Rivero con el aumento paulatino de su participación tendrían que esperar hasta el próximo 20 de marzo.

Ese día concluirá el periodo de seis meses posteriores a las OPAs que ambos formularon sobre Metrovacesa en el que, según la ley, no se pueden comprar más títulos de la empresa opada, informa Europa Press.

Fuentes del mercado dudan de que los promotores catalanes puedan alcanzar el 100% de Metrovacesa en solitario, sobre todo, por la abultada inversión que les exigiría. Otra cosa, apuntan las citadas fuentes, es que pacten con algún socio para lograr el control de la inmobiliaria.

Precisamente, la estrategia de alianzas ha sido una de las fórmulas con las que Cresa ha intentado rendir a Rivero y a su aliado en la sociedad, Bautista Soler. Ambos controlan una participación conjunta del 36,1% del grupo inmobiliario.

Fuentes cercanas a la familia catalana afirman que la entrada de la familia Lara en el consejo de administración de la inmobiliaria - tras adquirir a Bancaja un 5% del capital- respondía al interés de los Sanahuja de reforzar su presencia en el máximo órgano de dirección de la firma. Sin embargo, el propietario del Grupo Planeta se inclina por mediar entre las partes enfrentadas y reconducir su actividad.

Ampliación de capital

La pugna entre los Sanahuja y Rivero se ha agudizado en las últimas semanas tras la propuesta del consejo de ejecutar una ampliación de capital por 1.000 millones de euros, pero sin que los actuales accionistas puedan ejercer el derecho de compra preferente. La ampliación que podría diluir la participación de los Sanahuja.

De ahí que la familia catalana ha solicitado a Rivero que convoque una Junta General Extraordinaria de Accionistas, que revoque la autorización para llevar a cabo la ampliación.

El máximo órgano de dirección respondió negativamente a esa petición. El consejo lamentó que los Sanahuja tratasen de «obstaculizar» una iniciativa con la que Metrovacesa pretende dotarse de los recursos necesarios para la realización de «operaciones corporativas de interés para la empresa», informa Efe.

De hecho, el máximo ejecutivo de la sociedad maneja entre sus planes la posibilidad de adquirir otras inmobiliarias que le permitan aumentar su dimensión en Europa.

A la reclamación de los promotores catalanes, Metrovacesa precisó que la próxima convocatoria de la Junta Extraordinaria no supone «renuncia ni limitación alguna» a las facultades delegadas al consejo de administración por los accionistas para ampliar capital y emitir obligaciones convertibles.