J. J. MARCOS
ELCHE (ALICANTE).-
La marca de calzado deportivo Kelme ya había advertido a Oleguer Presas, del FC Barcelona, que si persistía en realizar declaraciones de corte político rescindirían el contrato de patrocinio que mantenían desde hace casi nueve años.
Uno de los propietarios de la empresa afincada en Elche, José Quiles, aseguró a este diario: «Ya se lo habíamos advertido muchas veces».
Benjamín Clarín, consejero delegado de la empresa, afirmó que «estas declaraciones han afectado negativamente a la marca. Hemos recibido cancelaciones de pedidos de las botas de fútbol que llevan el nombre de Oleguer», abundó Clarín.
Aunque el empresario asegura «respetar» las ideas del futbolista, afirma: «Nosotros tenemos que contratar a deportistas y no a políticos». Por ese motivo tomaron la decisión fulminante de rescindir su contrato, tras conocer la defensa que realizó del preso de ETA José Ignacio de Juana Chaos. Quiles rechazó cuantificar el importe del contrato de imagen, pero destacó que era uno de los más importantes que mantiene en vigor la empresa alicantina, que desde el año 2002 vive un importante proceso de reestructuración.
Desde los 18 años
Quiles aseguró sentirse «apenado» por la ruptura de la relación mercantil, pero consideró que «Kelme en ningún caso se puede ver involucrada en estos temas». Asimismo, aseguró sentirse sorprendido por la dura reacción que se había producido en determinados ámbitos de la sociedad catalana por esta decisión, aunque rechazó que teman una pérdida de ventas en esta autonomía. «Igual subimos en otros muchos sitios», añadió.
La vinculación entre el jugador y la empresa ha sido larga. Comenzó cuando el futbolista tenía 18 años y se ha prolongado hasta la actualidad, con 27, tras una sustancial mejora hace dos temporadas. Oleguer siempre se ha caracterizado por sus fuertes convicciones independentistas y su vinculación con movimientos antisistema.
Quiles afirmó: «Queremos deportistas que hagan comentarios alrededor del deporte y que no hablen de otras cosas que no sean deporte. No queremos que alguien que viste y calza Kelme vierta opiniones políticas o enfrentamientos políticos».
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