O. TORRES
VITORIA.-
El secretario general del Partido de los Socialistas de Euskadi (PSE-EE), Patxi López, defendió ayer en el Parlamento vasco el trabajo de Ahotsak -grupo formado por mujeres de todos los partidos menos del PP-, pese a que no ha condenado ni el terrorismo ni el último atentado de ETA. Pidió respeto para este colectivo, «porque su voluntad es avanzar hacia la paz», afirmó.
El líder de los socialistas vascos señaló que esas mujeres «suman sus voluntades en pos de una iniciativa para avanzar en el camino de la paz y la reconciliación», un objetivo, según dijo, explicitado por sus impulsoras.
Pidió «respeto a su iniciativa» y que no sean «utilizadas ni manipuladas por unos y otros», aunque también afirmó que el «desmarque» de algunas de sus integrantes del documento conocido ayer, en referencia a mujeres de Batasuna, resta credibilidad a la iniciativa.
Patxi López intervino en el Parlamento vasco para rechazar, en nombre de su partido, una moción presentada por el PP en la que se recuerda que el lehendakari había considerado a este colectivo referencia de la acción política en el país en el último debate sobre Política General y le invitan a alejarse de los que «no asumen el mínimo ético de condenar el terrorismo, dar la espalda a las víctimas y asumir los objetivos de ETA-Batasuna».
Los socialistas vascos se sumaron al tripartito -PNV, EA y EB-, PCTV y Aralar, para rechazar esa moción de los populares, un día después de que se hiciera público el último documento pactado, en el que se aboga por «un proceso de paz sin víctimas, sin amenazas, sin atentados, sin bombas», que fue rechazado unas horas después por las integrantes de Batasuna en ese colectivo, Jone Goirizelaia y Joana Regueiro, y por la vicesecretaria general del sindicato abertzale LAB, Ainhoa Etxaide.
Patxi López aseguró que cualquier colectivo que apueste por la paz «tiene que rechazar con claridad y sin ambigüedades la violencia y el terrorismo para ser creíble». Lo dijo justo en una jornada conflictiva para Ahotsak, en la que alguna de sus integrantes no dudó en hablar de crisis.
Fuentes próximas al núcleo duro de ese colectivo aseguraron que el texto en el que se aboga por reconstruir el proceso de paz «sin bombas» fue redactado, lo mismo que el documento fundacional, con la presencia de miembros de la izquierda abertzale, que en ese momento no plantearon objeciones.
Esas mismas fuentes reconocieron que ese texto no contaba con la aprobación definitiva de las representantes radicales del grupo.
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