MARIA PERAL
MADRID.-
La Sala de lo Militar del Supremo no podrá tomar declaración a ninguno de los dos forenses que realizaron la autopsia del subinspector Francisco Anguas, por cuya muerte fue condenado al garrote vil el anarquista Salvador Puig Antich en marzo de 1974.
El Tribunal ha recibido un informe médico que pone de manifiesto que el forense Rafael Espinosa, uno de los dos que firmaron la autopsia, no está en condiciones de declarar, ya que cuenta con 87 años y tiene trastornos de memoria. El otro forense falleció hace años.
El Supremo acordó el pasado 25 de octubre recibir declaración a los dos forenses después de que el abogado de la familia Puig Antich, Sebastián Martínez Ramos, propusiera el testimonio del doctor Latorre, que recibió el cadáver de Anguas en el hospital.
Latorre compareció en el Supremo el pasado 31 de enero y confirmó la declaración el doctor Barjau, quien en mayo de 2006 aseguró ante los magistrados que el cuerpo de Anguas presentaba, al menos, cinco orificios de bala y no sólo tres, como consta en la autopsia oficial.
El dato es relevante porque la tesis de la familia Puig Antich es que Salvador no fue el autor de los disparos que acabaron con la vida de Anguas, que pudo ser alcanzado por sus propios compañeros en el tiroteo que se produjo en el momento de la detención del anarquista.
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