La obra Lorca somos todos, del autor catalán Pepe Rubianes, vuelve a librar otra batalla contra la polémica pero esta vez en el sur de la región. Los ayuntamientos de Alcorcón, Getafe y Pinto (gobernados por el PSOE) han programado la obra dentro de sus actividades municipales. Y el PP ya se ha manifestado en contra de que se financie con dinero público una representación que consideran que insulta a una parte de España.
Una veintena de personas se manifestó anoche frente al teatro de Pinto donde se representó la obra. La sala contó con protección de la Guardia Civil. Los manifestantes portaron pancartas y gritaron consignas contra Rubianes. También llamaron traidor a alguna de las personas que acudió a ver la obra, aunque no se produjeron incidentes.
La obra, y la polémica, ya pasó por la capital (en septiembre de 2006). El propio autor Pepe Rubianes retiró el cartel del Teatro Español, propiedad del Ayuntamiento de Madrid y donde estaba programada, para evitar males mayores. El Consistorio de la capital también iba a financiar con dinero público la representación y, tras las críticas de muchos sectores políticos y sociales, Rubianes decidió estrenarla en el auditorio de CCOO.
Cuatro meses después de este baile de carteles, Lorca somos todos ha aterrizado en tres municipios del Sur: ayer, se estrenó en el teatro Francisco Arrabal de Pinto; hoy, se pondrá en escena en el Federico García Lorca de Getafe y mañana, le tocará a Alcorcón, en el teatro Francisco Buero Vallejo.
El portavoz del PP en la Asamblea de Madrid, Antonio Beteta, aseguró que es una «indecencia» que se permita la representación de la obra de Rubianes, que como recordó «ha manifestado su desprecio por España, insultando con ello a todos los españoles». Animó a los ciudadanos a que «no vean impasibles como esta gran ciudad vuelve a ser atropellada», en referencia a Alcorcón.
Por su parte, un portavoz del gobierno de Pinto aseguró que «se trata de valorar una obra de teatro de calidad demostrada» y añadió que el Ayuntamiento «diseña una programación cultural abierta, plural, destinada a recoger obras de calidad. Son los ciudadanos los que son libres de ir al teatro o no», según informa Europa Press.
El secretario general de la Unión Comarcal Sur de UGT, Juan Carlos Ramírez, dijo que todo lo que suponga censura al arte contará con la oposición del sindicato porque «la libertad de expresión va por delante y cada uno puede tener opiniones sobre un modelo de Estado».
El director de Cultura del Ayuntamiento de Alcorcón, Javier Ollero, aclaró que la programación de un teatro no se hace en función de las declaraciones de un autor, sino de una propuesta escénica de calidad: «Es como si el señor Beteta, por no estar de acuerdo con las opiniones de Pedro Almodóvar o Salvador Dalí, pretendiera prohibir el disfrute de sus obras».