La mirada de los 270 participantes procedentes de más de 40 países estará hoy fija en el discurso del presidente de Rusia, Vladimir Putin, en plena crisis por los planes de EEUU de extender a Polonia y la República Checa, miembros de la UE, su escudo de misiles, algo que ya ha sido calificado esta semana de «muy poco amistoso» por parte del ministro de Defensa del Kremlin, Serguei Ivanov. A Ivanov le ha respondido el senador republicano John McCain, posible candidato a suceder a George W. Bush en la Casa Blanca, quien ha denunciado la «influencia imperialista» de Moscú sobre sus vecinos.

Y aunque los grandes temas del encuentro serán las relaciones transatlánticas y el reparto de papeles entre la OTAN y la UE en la solución de conflictos, amén del cambio climático, se tomará el pulso a los problemas de seguridad actuales en el planeta, como el conflicto nuclear con Irán, la guerra civil en Irak y la situación en Palestina, Líbano, Afganistán y Kosovo.

Lariyani, ausente

De hecho, en el último momento se ha descolgado de la reunión «por enfermedad» el responsable nuclear iraní, Ali Lariyani, del que se barajaban reuniones, entre otros, con Angela Merkel, canciller alemana, Javier Solana, Alto Representante para la Política Exterior y de Seguridad Común de la UE.

Hoy abrirá la ronda de discursos la ministra israelí de Exteriores, Tzipi Livni, poco después de que Hamas y Al Fatah alcanzaran un acuerdo bajo mediación de Arabia Saudí en La Meca para formar un gobierno de unión nacional y relanzar las negociaciones de paz con Israel.

Además de Putin también hablará Merkel, que ocupa la Presidencia de turno tanto de la UE como del G-8, y quien acaba de regresar de una gira por Oriente Medio.

Frente al llamado «Davos de la Seguridad» ya han sido anunciadas manifestaciones de protesta que podrían reunir hasta a 5.000 personas.