Afamado por la serie Martínez el Facha, uno de los clásicos de El Jueves, Kim recibió ayer en Premià de Dalt de manos del conseller de la Vicepresidència, Josep-Lluís Carod-Rovira, el duodécimo premio Gat Perich, otorgado por los dibujantes de la prensa catalana.«Son ya 30 años haciendo cada semana 'El Facha'», ironizó el propio Kim, «es toda una vida».

El humorista explicó que el nacimiento de Martínez el Facha no fue precisamente fruto de su imaginación: «Cuando me llamaron tras crearse El Jueves, los compañeros ya se habían repartido los personajes que la revista había propuesto y sólo quedaba uno que nadie quería. Creía que sería el mejor, pero se trataba de un facha». Con la tarea encomendada y en los albores de una revista nacida al calor de una democracia vacilante, Kim admitió que, al principio, no le hizo «mucha gracia» ganarse el favor del público de manos de un franquista irredento.

«No se podía jugar con esa gente en aquella época», alegó y recordó que en 1977, año en que El Jueves salió a la calle, la ultraderechista Triple A atentó contra El Papus y mató al conserje de la redacción.«Al principio dijimos que los guiones los prepararíamos entre todos, pero cuando tenías que entregar la página nadie te ayudaba», comentó entre risas. Pero Kim ha retratado las tres décadas de democracia a través de las peripecias de un monigote que se propone cada semana salvar España junto a dos tocayos casposos de mostacho hitleriano. El promotor del premio, el dibujante Fer, glosó ayer mil anécdotas vividas junto a Kim en la redacción de El Jueves. «Es un tío muy especial y no dudó en atribuir a las enseñanzas del galardonado parte de su técnica.

Pero ayer hubo más premios: el dibujante Joaquim Muntañola, de 93 años, obtuvo el Perich honorífico. Muntañola, a quien el periodista Iu Forn presentó como «uno de esos hombres que sería venerado en un país normal», alabó al recoger el galardón al desaparecido Perich: «Me ilusiona que mis compañeros me entreguen un premio dedicado a alguien que siempre le hizo la puñeta a los poderosos».Colaborador durante la República y la dictadura de El be negre, Dicen o TBO, Muntañola no admitió más que haber dispuesto de «facilidad para dibujar mujeres bonitas». «Nunca he tenido la imaginación desbordante de los dibujantes de ahora», confío con humildad.

Mientras el conseller de Cultura, Joan Manuel Tresserras, definió el humor como «una de las formas más depuradas de la inteligencia», Carod-Rovira no se cortó en reconocer que los caricaturistas «lo tuvieron demasiado fácil» con el tripartito de Pasqual Maragall.«El nuevo Govern no os lo piensa poner fácil: es una estrategia nacional por la creatividad y el ingenio de los humoristas», anunció Carod con una formalidad que levantó la carcajada del público.