«Si el Times desea ayudar, debería entrevistar a las víctimas», dijo en Punto Radio Félix Madero. «Ha habido negligencia o algo peor y no debería pasar», afirmó Carlos Alsina en Onda Cero. Rosa Díez, en la misma cadena: «Es un escarnio. Me gustaría saber qué pensarían los británicos si aquí se presentara como un héroe o una víctima a un terrorista de su país».

A Casimiro García Abadillo le llama la atención que The Times siga tratando a ETA como «separatista» y Luis del Olmo se sorprende de que «a alguien incomunicado le visiten en romería». Carlos Herrera lamenta que, en la información del diario británico, «no se cita un solo nombre de los que De Juana ha matado».

«La entrevista y la foto, tal como se han dado, son un insulto», declaró José María Brunet en la Ser. «Como mínimo ha habido negligencia, como máximo se transmite la idea de que España es un país torturador», afirmó José Luis Requero, vocal del Consejo General del Poder Judicial, en la Cope, en la Ser y en otras emisoras que le preguntaron. «Esto sólo es posible con la complicidad de alguien de dentro».

Federico Jiménez Losantos, en la Cope: «Lo más grave es que los principales sospechosos de propiciar el publirreportaje del archiasesino (...) son la línea defensiva del mal llamado proceso de paz». Carmen Tomás calificó en Radio Intereconomía de torticera la forma en que se ha utilizado el reportaje e Isabel Durán expresó la esperanza de que The Times sea ajeno a «la maniobra que se estaba perpetrando». Se refería al uso propagandístico de la exclusiva por ETA y su entorno para presionar al Supremo, que debe decidir mañana si mantiene o reduce la condena a De Juana Chaos.

¿Se debe entrevistar a un terrorista? «Sí, pero con matices, si dejarse utilizar, sin cuestionario y dejando claro dónde están el entrevistador y el terrorista», contestaba Alberto Pozas en la Ser. «Ni nunca ni siempre, dependerá de las circunstancias», respondía Emilio Contreras.

El libro de estilo del Times dedica ocho líneas y una palabra al término terrorista. Las resumo en tres consejos: cuidado con la palabra terrorista, no utilices nunca sinónimos de grupos disidentes que usen la violencia y recuerda que el terrorista de unos es el defensor de la libertad de otros. En sus editorial guidelines, la BBC dedica varias páginas al problema. Empiezan así: «Debemos informar de los actos terroristas con rapidez, rigor, a fondo y responsabilidad... No hagamos nuestro el lenguaje de otros»».