BETIS 0
SEVILLA 0
RUIZ DE LOPERA. 50.000 ESPECTADORES.
Doblas
Fernando Vega
Rivas
Melli
Ilic
Assunçao
Vogel
Arzu
Fernando
Sobis
Robert
Cambios: Rivera por Arzu (min. 34)
Pancraté por Sobis (min. 67)
Caffa por Vogel (min. 75) s.c.
Palop
Daniel Alves
Javi Navarro
Dragutinovic
David
Poulsen
Maresca
Adriano
Jesús Navas
Luis Fabiano
Kanouté
Cambios: Alfaro por L. Fabiano (min. 57)
Martí por Maresca (min. 64)
Puerta por Adriano (min. 78) s.c.
rbitro: Megía Dávila
Tarjetas amarillas: Daniel Alves, Poulsen, Robert.
SEVILLA.- Sólo el resultado coincidió con el derbi de hace 10 días. Todo lo demás fue maravillosamente distinto. Un partido racial, desplegado a todo lo largo, pleno de tensión, de oportunidades, de emociones. Un derbi como Dios manda, del que merecieron salir triunfantes los dos: el reanimado Betis de Luis Fernández, un ciclón durante la primera parte; el orgulloso Sevilla que se resiste a doblar la rodilla en sus horas más bajas, como en la segunda parte del fantástico choque de anoche, únicamente afeado por la lluvia de botellas.
El derbi fue una mentira, una maravillosa mentira. Todas las previsiones de un choque hosco, cerrado y feo se derritieron en medio del memorable ambiente del Ruiz de Lopera. Emocionado ante el impulso de su gente, el Betis olvidó sus dudas y se convirtió en un ciclón. El equipo verdiblanco gobernó el primer tiempo de una manera descarnada, aprovechando su ventaja anímica y táctica. En este sentido, Luis Fernández dio toda una lección. El machote volvió a desvelarse como un estratega de primera. Ganó superioridad en el centro del campo, martilleó la banda de Alves, desactivó a David en el otro carril y le buscó las cosquillas a Dragutinovic.
Y a los 10 minutos, cantó bingo. Vogel colgó un balón a la espalda de Alves, que palmeó ligeramente a Fernando en el área. Suficiente para que Megía Dávila, a quien el Betis había puesto en la picota en su misma web oficial, observara penalti. A patear se dirigió Robert, que venía marcando en los tres últimos partidos. Pero el brasileño pegó un trallazo que se marchó varios metros por encima del larguero. Fue un ensayo terrible del que ya no se recuperó en adelante el buen Robert.
Sin embargo, el fallo pareció afectar únicamente al delantero, porque el Betis siguió a los suyo, percutiendo como un martillo en un Sevilla abrumado e incapaz. Juande Ramos cambió ayer una pieza de la maquinaria, Maresca por Renato, pero su incidencia en el fútbol resultó intrascendente. Sólo una noticia iluminó a los visitantes: la reaparición de Navas. Picado tras sus últimos fracasos, el extremo pegó un paso al frente y comenzó a dar una luz en el sombrío panorama de su equipo. Antes, había llovido mucho sobre los rojinegros. Un paradón de Palop a remate de Ilic, otro a tiro de Sobis, un cabezazo picado de Rivas, un disparo envenenado de Vogel... Pero la mandíbula del Sevilla resistió y poco a poco comenzó a sacar golpes por sus flancos. Alves se atrevió por fin a echarle una mano a Navas y un centro suyo lo envió fuera Kanouté. Luis Fabiano y Navas despidieron la primera parte con dos tiros ajustados, pero quien asustó de veras fue Sobis. Remachó a gol un disparo de Rivera que anuló bien el árbitro por fuera de juego.
Eso sucedía ya en un segundo tiempo lanzado. La novedad es que al combate se incorporó el Sevilla. Detectó debilidades y se dirigió hacia ellas. Adriano se convirtió en un tormento para Ilic. Un gran pase del extremo lo remató al poste Poulsen y Adriano perdonó el 0-1 al controlar un balón que exigía la volea. El Sevilla había logrado darle la vuelta al partido y el miedo se apoderaba de Heliópolis... pero Robert se plantó solo ante Palop. Fue su gran ocasión para redimirse, pero el portero le sacó felinamente su tiro de gracia
Vea los goles y el resumen en: www.elmundo.es