SANTA CRUZ DE TENERIFE. - Efectivos de la Guardia Civil localizaron esta madrugada a las 15 personas que continúan en el interior de una galería de agua en Tenerife, cuya situación es «delicada» y cuyo rescate será «dificultoso», dijo el subdelegado del Gobierno en Santa Cruz de Tenerife, Carlos González. Al cierre de esta edición, sólo habían logrado rescatar a cinco, todos ellos con buena salud, que fueron trasladados al hospital de campaña situado en Las Portelas, en Buenavista del Norte.
Mientras cinco guardias civiles especializados permanecen con los 10 excursionistas, un equipo de bomberos, auxiliado con botellas de oxígeno, conducía al resto del grupo a la salida de la gruta. La necesidad de los equipos auxiliares de respiración impedía sacar de una vez a las 15 personas.
Los caminantes fueron localizados a una distancia de entre 1.200 y 1.400 metros de una de las entradas de la galería, según informa Efe.
González explicó que las personas que han logrado salir por su propio pie son 14 y presentan buen estado en general, pero algunas están débiles por falta de oxígeno. Se da la circunstancia de que los excursionistas perdidos son investigadores españoles y extranjeros del Instituto Astrofísico de Canarias (IAC) y de la Asociación Tinerfeña de Amigos de la Naturaleza.
En el dispositivo de rescate participan unos 50 guardias, además de bomberos, personal sanitario y del Grupo de Intervención en Emergencias del Gobierno de Canarias.
La galería, que se conoce como Piedra de los Cochinos, se abrió hace unos 200 años y se cerró en 1964, dijo a los periodistas Jorge Manuel Zamora, quien trabajó en los últimos cuatro años de actividad en el lugar. Su labor consistía en colocar la dinamita para ampliar la galería, que mide unos 3.000 metros en línea horizontal, y que se utiliza para captar el agua que procede del Teide. Detalló además que la galería tiene una altura aproximada de 1,90 metros y una anchura de 1,80, y señaló que en ella hay «muchos gases», de manera que cuando se avanza se siente cansancio hasta que «de repente te caes». Por ello, cuando se trabajaba en su interior había una tubería por la que discurría el oxígeno, y cuando se advertían síntomas de cansancio se abría una espita y se podía respirar el aire.
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