DAKAR (SENEGAL).-
Al menos nueve personas murieron ayer en enfrentamientos entre fuerzas de seguridad y manifestantes en varias localidades de Guinea, informaron emisoras regionales de radio. El nombramiento de un nuevo primer ministro por el presidente, Lansana Conté, desembocó en manifestaciones hostiles en los barrios próximos a Conakry, la capital del país africano, donde grupos de jóvenes levantaron barricadas en las principales carreteras paralizando el tráfico. Los manifestantes rechazan el nombramiento de Eugène Camara como jefe del Gobierno, al considerarlo muy próximo al jefe del Estado y por lo tanto incapaz de llevar a cabo los cambios esperados en el país.
Según la radio regional Africa No 1, en la localidad de Kankan, situada a 600 kilómetros al este de Conakry, las fuerzas de seguridad dispararon y dieron muerte a tres manifestantes, mientras que un soldado fue linchado por la multitud y su cuerpo quemado. La emisora, que cita fuentes guineanas, señala que hubo otros tres muertos en los suburbios de la capital y que se registraron manifestaciones violentas también en las localidades de Faranah, Kindia y Labe, donde murieron otras tres personas.
Varios partidos de la oposición han dado su apoyo a las manifestaciones y exigen la destitución del presidente Conté como solución definitiva a la crisis que atraviesa Guinea desde el mes pasado.
Huelga general
Unas manifestaciones anteriores ocasionadas por una huelga general convocada por los principales sindicatos del país causaron 59 muertos, según la versión oficial. Las principales federaciones sindicales de Guinea habían convocado el paro por tiempo indeterminado en protesta por el deterioro de la situación económica y social, y contra la intromisión del presidente en el funcionamiento del Poder Judicial, informa Efe.
Ante la violenta represión de las fuerzas de seguridad, los sindicatos añadieron otra exigencia a sus protestas: la destitución de Conté, a quien consideran incapacitado para ocupar la Presidencia, aduciendo al respecto su mal estado de salud, que le mantiene parcialmente paralizado. El mandatario, de 70 años y gravemente enfermo de diabetes, gobierna Guinea desde 1984 y se niega terminantemente a abandonar el Poder. Negociaciones entre los sindicatos y el Gobierno hicieron posible un acuerdo que preveía el nombramiento de un primer ministro de transición.
Los sindicatos y unos 14 partidos de la oposición coinciden en rechazar el nombramiento de Camara, que consideran demasiado sometido a la influencia de Conté. «Más que una manifestación, se trata de una insurrección que acabará con la salida de Conté», declaró a los medios de comunicación el portavoz de la oposición, Mamadou Ba, quien acusó al presidente guineano de «negarse a enfrentarse a la realidad».
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