Lunes, 12 de febrero de 2007. Año: XVIII. Numero: 6266.
ÚLTIMAS NOTICIAS TU CORREO SUPLEMENTOS SERVICIOS MULTIMEDIA CHARLAS TIENDA LOTERÍAS
Primera
Opinión
España
Mundo
Ciencia
Economía
Motor
Deportes
Cultura
Toros
Comunicación
Última
Índice del día
Búsqueda
 Edición local 
M2
Catalunya
Baleares
 Servicios 
Traductor
Televisión
Resumen
 de prensa
Hemeroteca
Titulares
 por correo
 Suplementos
Magazine
Crónica
El Cultural
Su Vivienda
Nueva Economía
Motor
Viajes
Salud
Aula
Ariadna
Metrópoli
 Ayuda 
Mapa del sitio
Preguntas
 frecuentes
La amenaza es el arma del amenazado (Leonardo da Vinci)
 CATALUNYA
Desbordadas por la versatilidad
Las enfermeras perfusionistas de Vall d'Hebron no logran adaptarse a los cambios de puesto que les imponen
VICTOR MONDELO

BARCELONA.- Llevar entre 10 y 30 años desarrollando una misma función dota de cierta pericia y agilidad. El trabajo muda prácticamente en hábito y la destreza adquirida lo convierte en un proceso seguro y de resultados fiables. Pasa en todas las profesiones y, en algunas, es casi imprescindible. Uno de estos casos es el de las enfermeras perfusionistas. Así lo aseguran las profesionales del gremio. Controlar la circulación sanguínea durante una intervención quirúrgica requiere de «una importante especialización», manifiestan; y «no es lo mismo hacerlo cuando quien está sobre la mesa de operaciones es un niño o un adulto», añaden.

Tradicionalmente los hospitales han compartido esta percepción y han creado equipos diferenciados de perfusionistas, de manera que unas prestaban servicio en el área general y otras en el infantil. Pero, en los últimos años, se ha extendido la conocida como política de transversalización, que aboga por formar un único cuerpo de enfermería y que en el caso de las perfusionistas implica que deben poder trabajar indistintamente, y según las necesidades de personal del centro, en intervenciones de enfermos de cualquier edad. Uno de los hospitales que ha empezado a regirse por este nuevo sistema es Vall d'Hebron. Hace algo más de dos años, comenzó a gestar esta forma de trabajar que, para el equipo de perfusión, se hizo efectiva en noviembre.

A principios de ese mes, la dirección trasladó a una perfusionista de cirugía de adultos a infantil. La primera incluida en el nuevo plan de movilidad. Su reacción y la de sus compañeras fue de preocupación. Pese a que su formación de posgrado les capacita para participar en operaciones de adultos y niños, el hecho de llevar tantos años trabajando con sólo uno de estos dos grupos de enfermos les impidió sentirse preparadas para asumir sus nuevos roles y ello desembocó en un estado de ansiedad que propició que todas acabaran cogiendo la baja laboral. Sin tener en cuenta a una, que lo hizo por embarazo, las seis restantes abandonaron temporalmente sus puestos por estados de nerviosismo. Las tres últimas lo hicieron el pasado día 24.

La complicada situación laboral de estas profesionales llegó hasta la Asociación Española de Perfusionistas (AEP). Su presidenta, Marisol García Asenjo, remitió una carta al director gerente del centro, José Luís de Sancho, en la que le expresaba «su más profunda preocupación por la calidad de los cuidados que las perfusionistas pudieran administrar a los pacientes dada su falta de entrenamiento en una y otra actividad [en adultos e infantil]».La presidenta de AEP recuerda que «las perfusionistas utilizan diferente tipo de oxigenadores, circuitos, cálculos de flujos y dosis de drogas dependiendo del paciente y su peso» y que para controlar su funcionamiento y administración «son necesarios un entrenamiento y una preparación específicos y continuos».Es en este punto en el que más incide García. Considera que la transversalización no debe entenderse como una práctica perversa, pero sostiene que en el caso concreto de las enfermeras de Vall d'Hebron «no se ha dado suficiente margen de adaptación y formación».

De momento, el conflicto entre las enfermeras y la dirección no se ha resuelto. Las trabajadoras continúan de baja y todavía se desconoce cuándo volverán al trabajo. Mientras tanto, el hospital ha restituido en gran medida su servicio de cirugía cardíaca.Hace dos semanas no se pudieron programar intervenciones, pero la pasada ya se realizaron las previstas en el área general y Sant Joan de Déu asumió las de infantil. La contratación de dos nuevas perfusionistas y el apoyo de otras destinadas en diferentes centros del ICS permitieron esta sustancial mejoría. El regreso de las enfermeras de plantilla posibilitará que se vuelva a la total normalidad, pero obligará a buscar un punto de consenso para aplicar la tan deseada, por unos, y tan temida, por otras, transversalización.

recomendar el artículo
portada de los lectores
copia para imprimir
Información gratuita actualizada las 24 h.
 SUSCRIBASE A
Más información
Renovar/Ampliar
Estado suscripción
Suscríbase aquí
Suscripción en papel
  Participación
Debates
Charlas
Encuentros digitales
Correo
PUBLICIDAD HACEMOS ESTO... MAPA DEL SITIO PREGUNTAS FRECUENTES

elmundo.es como página de inicio
Cómo suscribirse gratis al canal | Añadir la barra lateral al netscape 6+ o mozilla
Otras publicaciones de Unidad Editorial: Yo dona | La Aventura de la Historia | Descubrir el Arte | Siete Leguas

© Mundinteractivos, S.A. / Política de privacidad