VICENTE SALANER
El Real Madrid era una ruina física, un cadáver ambulante, después de sus dos partidos agotadores de viernes y sábado (cuando se anotan cuatro de 30 triples, es evidente que no hay piernas y que las mentes están embotadas). Y un Dusko Ivanovic implacable se aseguró de que el Barcelona enterrase de entrada a su disminuido rival. Al enemigo, ni agua. Hay que rematarlo. Y bien que lo remató.
El Barcelona lo hizo con un arma con la que nadie, pero absolutamente nadie, contaba: sacó a su pareja autóctona de pívots, Fran Vázquez y Jordi Trías -olvidado uno, infravalorado el otro-, y se comieron crudos a los del Madrid. El empuje de los tiradores Juan Carlos Navarro y Jaka Lakovic fue suficiente para que el primer cuarto resultase avasallador. Luego, un largo sufrimiento para el Madrid. (Y para todos, porque el balón estrenado en esta Copa es una castaña).
Suponemos que no habrá que oír más sandeces sobre ese desagradable Ivanovic que tanto exige a sus jugadores: le pagan para construir equipos, y tras clasificarse de milagro, lo ha demostrado en esta fase final. El Barcelona vuelve a contar, ha descubierto o redescubierto jugadores fundamentales (la mayoría españoles, por cierto) y regresa de su largo exilio.
Para el Madrid de Joan Plaza no es cuestión de empezar de cero, porque le queda lo ya logrado en Liga y ULEB, pero habrá que ver cómo digiere esta terrible lección y reemprende su esperanzador proyecto. Los fichajes nuevos, incluido Charles Smith, se han derretido al calor de la alta competición -necesita muchísimo a Venson Hamilton y Alex Mumbrú-, y ha quedado patente un problema nuevo: la creación de juego.
Raúl López no ha vuelto a jugar bien desde el parón que le supuso su lesión, y él lo sabe, pero reacciona de la peor manera posible por parte de un veterano: forzando situaciones, perdiendo balones, cometiendo faltas exasperadas, superfluas. Su aportación está siendo tan escasa que casi habría que considerarle como uno más de los ausentes por lesiones.Y no es que le esté faltando casta, sino clarividencia... En cuanto a Kerem Tunçeri, no es un base creativo ni con él se pueden esperar grandes despegues en el marcador ni heroicas remontadas. Él está para mantener el statu quo. Y ayer, de eso, no había nada.
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