Con este nuevo concepto creado por Unique Spa, cuya patente se está tramitando a nivel europeo, la empresa dará un vuelco radical a su negocio principal en la actualidad, centrado en instalaciones hoteleras, que representa un 70% de sus ventas, mientras que el segmento residencial supone el 30% restante. «La idea es llegar a un acuerdo con otras promotoras de lujo o semilujo. En España hay 15 clientes potenciales de este producto», explicó Solé.

Apuntó además que el precio de cada minispa se sitúa en unos 40.000 euros, «cerca del 4% del precio medio de las casas en las que se instalarán», y el paquete que se vende a la promotora incluye el mantenimiento integral. El directivo destacó que Unique Spa «está acercando a la sociedad española un concepto que en España no había calado», mientras que en el norte y el centro de Europa hay más cultura de spa.

En cuanto al segmento hotelero, Unique Spa continuará desarrollando instalaciones para compañías como Barceló, Sol Meliá, Iberostar o Fadesa. Solé recordó que el mercado está en auge, ya que «el 90% de los hoteles españoles de lujo y gran lujo incorporarán spa, porque este servicio se considera algo básico en establecimientos de alta gama», según explicó.

Un 65% de los hoteles de cuatro estrellas también instalarán spas. El gerente de esta empresa informó también de que todos los hoteles de cinco estrellas de nueva construcción incorporan ya spas en sus instalaciones.

En los hoteles

Estos productos han dado grandes beneficios a las empresas hoteleras. El gerente de Unique Spa subrayó que los hoteles en los que la compañía ha desarrollado spas, registran un aumento medio del 10% en la ocupación y del 7% en las tarifas respecto a otros establecimientos de la zona que tienen spas pero que no han sido concebidos de la forma correcta.

«El cliente hotelero tiene que ser consciente de que la clave del producto tiene que ser el concepto del spa que se diseña y construye, enfocado al bienestar», en palabras de Jordi Solé.

La sociedad Unique Spa cerró el pasado ejercicio con un beneficio bruto de explotación (Ebitda) un 9% superior al del año anterior (2005), y una facturación de 11,5 millones de euros, un 15% más. Para 2007, el objetivo de esta empresa es mejorar hasta el 13% el margen bruto e incrementar hasta un 30% la facturación, según los datos facilitados por Solé.