Lunes, 12 de febrero de 2007. Año: XVIII. Numero: 6266.
ESPAÑA
 
TRAGEDIA EN TENERIFE / Los hechos
Rescatan sin vida a seis personas en la galería donde habían quedado atrapadas 24 horas antes
Formaban parte de un grupo de 29 excursionistas que se extravió el sábado en la galería de agua de Piedra de Los Cochinos, en Tenerife, y que no pudo sobrevivir debido a las emanaciones de gases
ORLANDO GONZALEZ

LOS SILOS (TENERIFE).- El 10 de febrero de 2007 pasará a ser recordado en el municipio tinerfeño de Los Silos como uno de los más trágicos de su historia. La muerte de seis excursionistas en la galería de Piedra de Los Cochinos, situada en el barranco del mismo nombre, quedará grabada en la memoria de los habitantes de una zona de Tenerife caracterizada por su belleza natural.

Los muertos son: Juan Luis M. T., de 36 años; Eduardo D. D., de 29; Javier D. S., de 32; Maurizio P. de 29 y de nacionalidad italiana; Ginés R. A., de 25; y Estefanía P. F., de 22.

Con la extracción de los cadáveres de los cinco hombres y la mujer que quedaron atrapados en la galería, el último de ellos sobre las 14.00 horas de ayer, se dio por finalizada una difícil operación de rescate que se inició el sábado a las 16.40 horas, cuando algunos de los excursionistas dieron la voz de alarma.

En ese momento, uno de los 30 jóvenes de entre 20 y 35 años que, por confusión con otro lugar, se habían introducido en la citada galería de agua, avisó al Ayuntamiento de Los Silos y a los servicios de emergencias de que algunos de sus compañeros estaban atrapados en la cavidad subterránea con falta de oxígeno.

Apoyo vecinal

En un primer momento, se desplazaron hasta el lugar varios vecinos del municipio, conocedores de la zona, que determinaron el punto exacto donde se encontraba el grupo de excursionistas en peligro. Tras concretar el lugar, llegaron a él los servicios de emergencias y seguridad, que establecieron el puesto base que serviría de apoyo para realizar un rescate que se prolongó hasta el mediodía.

Durante la tarde y la noche del sábado y primeras horas del domingo, los responsables de emergencias establecieron dos puestos de ayuda, el primero de ellos en el barrio de La Tierra del Trigo, -por ahí serían rescatados los primeros 12 caminantes-, y, el segundo y definitivo, en el pueblo de Las Portelas, en el municipio de Buenavista del Norte.

Sería en este segundo punto de coordinación, que se ubicó en una casa familiar cedida por sus propietarios a la entrada del Monte del Agua, en el que se confirmase, a las 5.00 horas de ayer, el trágico desenlace de lo que se había iniciado como una excursión por la naturaleza.

Así, las autoridades presentes en el lugar -entre las que se encontraba el subdelegado del Gobierno en Santa Cruz de Tenerife, Carlos González- anunciaron que, debido a las dificultades que estaba entrañando el rescate y al tiempo de permanencia en la galería, «el estado de salud de los excursionistas que quedan en el interior de la cavidad puede que sea difícil y las posibilidades de encontrarlos con vida, escasas».

Ese momento de la madrugada fue el principio del fin de la esperanza para los familiares que habían esperado durante la noche noticias positivas. Entre las personas que habían soportado estoicamente la tensión estaba Isabel Febles, cuya hija (Estefanía P. F., de 22 años) y el novio de ésta (Ginés R. A., de 25 años) figuraban entre los desaparecidos. Con la mirada perdida, albergó un hilo de esperanza hasta el último instante, en el que se confirmó que sus dos familiares estaban muertos.

Antes, y a cuentagotas, habían llegado en vehículos policiales y de los servicios de emergencia -tras recorrer durante una hora y media una carretera de tierra- los últimos rescatados con vida, entre los que se encontraba Narciso Hernández, cuyo hermano esperaba en las cercanías del puesto de coordinación.

El tiempo transcurrido a partir del último rescate con vida se convirtió en una espera que finalizó a las 14.00 horas de ayer. Los servicios de rescate extrajeron uno a uno los cadáveres, algunos de los cuales estaban a 2.000 metros de distancia de la boca de la galería. Un helicóptero trasladó los cadáveres hasta un puesto improvisado. Después, fueron llevados al Instituto Anatómico Forense de Santa Cruz de Tenerife, donde se le practicarán las autopsias.

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