Lunes, 12 de febrero de 2007. Año: XVIII. Numero: 6266.
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Dioses y monstruos
Maternidades complejas
ANA CONDA

Mummy tiene el síndrome de Diógenes. Pero un síndrome gordo-gordo. Le ha dado por guardar y guardar como una urraca y ayer mismo me tuve que comer un emparedado -lo digo así porque me suena a Con 8 basta y me flipa- con caramelo El chino Mandarín cuya fecha de caducidad se pasó allá por el 83... Qué bonitas fechas aquéllas... Veía yo La casa de la pradera los domingos por la tarde con mi botellita de Licor 43 y unas perronillas y descargaba tensiones una barbaridad. Qué llantinas. Qué dramones. Michael Landon qué manita tenía para hacernos sufrir. Estoy convencida de que si hoy le hacen unas Hormigas Blancas nos descubren que era un pervertido, que era ver una peca de Laura Ingalls y ya estaba en el Hollywood Center de Atocha en un decir amén. Y, claro, yo le entiendo. Sé mucho de perversiones, no os puedo decir por ejemplo lo que hago con un cordel y las peladillas que me sobraron de la pasada Navidad... Y no quiero causaros la misma alarma social que se me provocó talmente a mí cuando descubrí que Nadjwa Nimri repite vestidos como la que repite bragas. Pero es que, claro, con ese nombre, Laura Ingles, ésa, iba provocando. Pero, ¡si se llamaba Melissa Gilbert! ¿Tú te crees que hay derecho? Esa confusión en una mente enferma como la de Michael Landon pues causa trastornos. Mira tú por ejemplo cómo tiene que estar la mente de la Campa. Si la carita es un reflejo del alma, que Dios coja a la familia Janeiro confesada... Por cierto, y ese tobillito gordo ¿de qué será reflejo? No lo sé, pero no quiero yo ni pensar cómo estarán en la escuela Howards de magia con Harry Potter en pelotas por la escena londinense. Como Alessandrito Lecquio, que también era fan del mago y, entre Darek por un lado y Harry por el otro, le tienen todo el santo día pegado a una línea caliente. A ver si Darek se va unos días a la selva y se le quita al niño tanta tontería, digo yo y dirá su abuela... Estas maternidades tan complejas cada vez me reafirman más en la complejidad de ser madre, especialmente si te sale un niño tan feíto como el de Chábeli. Qué feíto, oyes. ¿De dónde le vendrán esos genes? Como los de la Kournikova procedan también de un koljov recogedor de rábanos en la estepa rusa, menudo par de primos... Ya le podían haber hecho al niño un poquito de photoshop como a la madre mientras navegaba en góndola. Esos gritos a qué respondían... Se me suscita la misma desazón que cuando vi los muslos de Mónica Naranjo. Al final, ni pelo bicolor, ni cánticos de España, ni Cristo que lo fundó, tiene unas piernas que parece que ha estado sembrando rábanos desde su más tierna infancia en el mismo koljov que los abuelos de la Kournikova... Aunque, para desazón, inconmensurable e increíble, la que me ha originado la muerte de Érika Ortiz y la pena que me ha dado su niña. «Doña Letizia, ánimo, Señora».

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