Lunes, 12 de febrero de 2007. Año: XVIII. Numero: 6266.
ÚLTIMAS NOTICIAS TU CORREO SUPLEMENTOS SERVICIOS MULTIMEDIA CHARLAS TIENDA LOTERÍAS
Primera
Opinión
España
Mundo
Ciencia
Economía
Motor
Deportes
Cultura
Toros
Comunicación
Última
Índice del día
Búsqueda
 Edición local 
M2
Catalunya
Baleares
 Servicios 
Traductor
Televisión
Resumen
 de prensa
Hemeroteca
Titulares
 por correo
 Suplementos
Magazine
Crónica
El Cultural
Su Vivienda
Nueva Economía
Motor
Viajes
Salud
Aula
Ariadna
Metrópoli
 Ayuda 
Mapa del sitio
Preguntas
 frecuentes
La amenaza es el arma del amenazado (Leonardo da Vinci)
Haz Click Aquí
 MUNDO
EL NUEVO MAPA DEL ISLAM / El resurgimiento de una minoría oprimida
Oriente Próximo bajo el influjo de la 'media luna' chií
El renacer que experimenta esta rama del islam desde la Guerra de Irak y el conflicto del Líbano alienta un choque con los suníes
ROSA MENESES

Largamente oprimidos por su religión y discriminados política y económicamente por los regímenes suníes de Oriente Próximo, los chiíes experimentan en la actualidad su momentum. Desde la Revolución Islámica de 1979 (de la que estos días se cumplen 28 años), los chiíes no habían vuelto a las esferas de poder hasta la actualidad. Cuando EEUU derrocó a Sadam Husein en Irak, en 2003, y posteriormente fue elegido un Gobierno dominado por partidos chiíes, se puso de manifiesto que el ascenso de esta comunidad en la región es imparable.

Publicidad
Los expertos hablan ya de la media luna chií que engloba desde Irán e Irak -estados en los que es mayoría esta secta del islam- hasta el Líbano y Bahrein -también con importantes mayorías-, los emiratos del Golfo Pérsico y regiones de Arabia Saudí, Pakistán, Afganistán y la India.

En total, unos 150 millones de chiíes que conforman un poder emergente. Su ascenso está poniendo en jaque a los suníes, hasta el punto de que se especula con que los conflictos del futuro en Oriente Próximo estarán marcados por la confrontación suní-chií. Una guerra en el seno del islam que, de hecho, empezó hace siglos, cuando en el año 632, a la muerte de Mahoma, el cisma se cierne sobre los musulmanes, que quedan divididos entre dos grandes corrientes: suníes y chiíes.

Algunos analistas hablan de una reedición de la confrontación suní-chií, al estilo de la Guerra de los 30 Años, el conflicto religioso entre protestantes y católicos que azotó Europa en el siglo XVII. Las divisiones entre ambas ramas del islam están profundamente enraizadas y beben de los prejuicios populares, de modo que los confines entre ambas comunidades están muy bien definidos por la diferencia de credo. «La sensación es que en medio de esta rivalidad milenaria, Estados Unidos se transforma de superpotencia en superpeón. Cualquiera que sea el capítulo final del drama, no será Washington quien lo escriba. Serán los musulmanes», comenta en el diario The New York Times la intelectual musulmana Irshad Manji, autora del libro Mis dilemas con el islam.

Para otros, el choque de los dos islam siempre ha estado ahí. «Ya existe una gran confrontación entre suníes y chiíes. Es natural que ocurra. Los chiíes han sido oprimidos durante 1.400 años y ésta es la primera vez que son capaces de tener un sistema político propio en la región. Es un gran desafío que ha causado mucha tensión. Especialmente, con el resurgir del fundamentalismo en ambas partes, se han creado tensiones que son peligrosas. La región está polarizada. El factor desconocido es el Golfo: Bahrein, con mayoría chií y una familia dirigente suní; Kuwait con una población mixta; Arabia Saudí, con una región petrolera de mayoría chií, en medio de una masa suní en el reino. Todo esto es muy peligroso y ya se está viendo en la región: especialmente en Irak y el Líbano», advierte Nadim Shehady, asesor del Centro de Estudios sobre Oriente Medio de la Fundación Promoción Social de la Cultura, con sede en Madrid.

La lucha por el poder entre suníes y chiíes que vivimos ahora está cambiando el mapa geopolítico de la zona, y su delicado balance. Los regímenes suníes comienzan a temblar. Arabia Saudí, Egipto y Jordania temen cada vez más el alza de los chiíes y su influencia geopolítica en la región. Esta rama del islam representa entre el 10 y el 15% de la comunidad islámica en el mundo. Sin embargo, en la media luna que va del Líbano a Pakistán, son la mitad de la población.

«El enfrentamiento entre suníes y chiíes no es una cuestión de rivalidad religiosa, sino que se enmarca dentro de una lucha por el poder», apunta Vali Nasr, experto en Oriente Próximo y autor del libro The Shia Revival. How conflicts within Islam will shape the future (El resurgimiento chií. Cómo los conflictos en el islam dibujarán el futuro), en conversación telefónica con EL MUNDO, desde su despacho de la Escuela de Posgrado Naval, en California.

El ejemplo más claro lo proporciona Irak. La caída del régimen de Sadam Husein ha catapultado al poder a la mayoría chií, oprimida durante décadas. Para Nasr, la región que emergerá de las cenizas de la Guerra de Irak «quizá no sea más democrática, pero sí más chií». Para el profesor iranoamericano, el futuro Oriente Próximo será «más pluralista, más culturalmente diverso, y eso es positivo, porque los chiíes tendrán voz».

«Cerrar la puerta a una amplia participación de los chiíes radicalizará a esta comunidad. Los suníes no aceptan a los chiíes como miembros de una comunidad y eso es parte del problema. Pero el proceso de acomodar a las minorías no se realizará de forma pacífica y eso es lo que estamos viendo en Irak y en el Líbano», añade.

Sin embargo, para Nadim Shehady, miembro del Chatham House, el resurgir de la secta chií no es nada nuevo. «El revival chií comenzó en las décadas de los 50 y 60. Los clérigos chiíes tenían una filosofía del sufrimiento: se debe sufrir en silencio hasta que el Mahdi llegue, como los católicos. En los 50, con la posguerra, con el levantamiento poscolonial, con Musadeq en Irán, con Abdel Naser [en Egipto], con la cuestión palestina y los soviéticos... era difícil sentarse a sufrir en silencio. Así que en los 60, los jóvenes empezaron a pensar en alternativas y a revelarse contra el establishment clerical. Como el mayo del 68 en Francia. Así, en Irán el sha los persiguió y también los clérigos. Irak, con el baazismo, tampoco era un lugar muy sano para los radicales religiosos. Donde tenían más libertad era en el Líbano. Así, el Líbano se convirtió en el lugar adonde llegaron los exiliados de Irán, Irak, Bahrein y donde tuvieron la libertad para empezar las ideas del resurgir chií. Lo que pasa ahora no es nada nuevo. Es la continuación del movimiento que comenzó en el Líbano en los 60 y que después se convirtió en la Revolución Islámica iraní».

Lo que ocurre en la región es la culminación de un proceso que empezó hace décadas. El ascenso chií que ahora se está revitalizando dibujará un Oriente Próximo más fragmentario, pues los suníes están viendo cómo su poder (en ocasiones autocrático) está siendo cuestionado.

El Líbano es uno de los focos del resurgimiento chií. La guerra que el pasado verano libraron Israel y Hizbulá -la milicia chií dirigida por Hasan Nasrala- ha puesto de manifiesto las ambiciones políticas de esta comunidad. Los líderes de esta comunidad han aprovechado el momento para reivindicar más poder político y más peso económico en el país mediterráneo.

Para el fundador y ex líder de Hizbulá, el jeque Sobhi Tufali, los peligros de alentar un conflicto suní-chií son evidentes: «Los chiíes somos una pequeña minoría en el vasto mar del mundo islámico. Es beneficioso para nosotros aliarnos con la mayoría y trabajar de acuerdo con los suníes. En caso contrario, destruirán nuestro futuro, seremos masacrados como corderos, incluso en el Líbano». Perdura aún entre los partidarios de Alí la sensación de amenaza como minoría oprimida en el océano suní.


Una secta en auge con petróleo bajo los pies

La República Islámica es la potencia dominante en el universo chií. Casi el 90% de su población pertenece a esta rama del islam y su estructura de Gobierno reproduce los ideales político-religiosos de la doctrina chií. Irán es también un gran exportador de las ideas revolucionarias chiíes. Sus tentáculos se extienden por todo Oriente Próximo con el apoyo a milicias, partidos e insurgencias en Bahrein, Irak, Kuwait, el Líbano, Pakistán y Arabia Saudí. «Teherán se ve a sí mismo como una potencia regional y como el centro de una zona persa y chií de influencia que abarca desde Mesopotamia hasta Asia Central. Liberado de la amenaza de los talibán en Afganistán y de Sadam en Irak, Irán está en la cresta de la ola del 'revival' chií, adquiriendo agresivamente poder nuclear y demandando el reconocimiento internacional de sus intereses», señala el profesor Vali Nasr. «Con la creciente competencia entre suníes y chiíes en Irak y en el Líbano, los suníes no van a aguantar que Irán se convierta en un país cada vez más poderoso», añade.

El renacer chií está, además, relacionado con las estrategias internacionales en política energética. En el litoral del Golfo Pérsico -donde se concentra el 70% de las reservas mundiales de petróleo y por donde pasa el 40% del aprovisionamiento de crudo destinado a Occidente-, los chiíes son una mayoría pujante.

En Bahrein (donde constituyen el 70% de la población) los chiíes acaban de experimentar un importante auge tras las elecciones parlamentarias del pasado 25 de noviembre. Los comicios reforzaron la división sectaria en la pequeña isla del Golfo Pérsico, gobernada por la minoría suní. Esta vez, los chiíes decidieron participar en el juego político y ganaron. El movimiento chií Al Wifaq, que boicoteó las elecciones de 2002, emergió con 16 escaños de un total de 40.

En Arabia Saudí, la minoría chií es vista como una 'quinta columna' de Irán. Son más de dos millones (el 2,7% de la población) que se concentran en el este del país. Bajo sus pies, una balsa de petróleo. Demandan igualdad con los suníes y participación en el Estado.

recomendar el artículo
portada de los lectores
copia para imprimir
Información gratuita actualizada las 24 h.
 SUSCRIBASE A
Más información
Renovar/Ampliar
Estado suscripción
Suscríbase aquí
Suscripción en papel
  Participación
Debates
Charlas
Encuentros digitales
Correo
PUBLICIDAD HACEMOS ESTO... MAPA DEL SITIO PREGUNTAS FRECUENTES

elmundo.es como página de inicio
Cómo suscribirse gratis al canal | Añadir la barra lateral al netscape 6+ o mozilla
Otras publicaciones de Unidad Editorial: Yo dona | La Aventura de la Historia | Descubrir el Arte | Siete Leguas

© Mundinteractivos, S.A. / Política de privacidad