IBON VILLELABEITA. Reuters / EL MUNDO
BAGDAD.-
Fuerzas de la coalición que encabeza Estados Unidos en Irak presentaron ayer lo que describieron como evidencia de que armas iraníes son usadas para matar a sus soldados, mientras aumentan las acusaciones de Washington por la supuesta intervención de Teherán en la guerra.
El portavoz de la fuerza multinacional en Irak, William Caldwell, dijo en una sesión informativa que 170 efectivos de la coalición habían muerto víctimas de bombas de fabricación iraní, conocidas como penetradores explosivos (EFP, por su sigla en inglés). Varios expertos militares mostraron a la prensa fragmentos de lo que dijeron eran armas fabricadas en Irán, incluyendo un pedazo de un EFP, cuya fuerza le permite penetrar el blindaje de un tanque Abrams, y partes de bombas de mortero de 81 y 60 milímetros.
«Tenemos pruebas que indican que Irán adiestra a los extremistas en el uso de cargas explosivas y que este tipo de armas fueron fabricadas entre 2004 y marzo de 2006», aseguró Caldwell. El portavoz militar desveló que la información presentada fue obtenida gracias a las declaraciones de cinco iraníes que las tropas de Estados Unidos detuvieron el 11 de enero en una operación en el Consulado de Irán de la ciudad de Erbil, capital del Kurdistán iraquí, informa Efe.
Por largo tiempo Washington ha acusado a Teherán de contribuir a la violencia en Irak al proveer de tecnología de fabricación de bombas, dinero y entrenamiento a grupos militantes chiíes, algunos de los cuales tienen lazos con el Gobierno iraquí. «Creemos que esas actividades son apoyadas por los niveles más altos del Ejecutivo iraní», dijo un analista de defensa de alto nivel refiriéndose al entrenamiento y financiamiento de las milicias insurgentes.
Sin embargo, Teherán niega el cargo y culpa a los soldados estadounidenses por la violencia y el aumento en las tensiones entre las comunidades chiíes y suníes. «Somos un amigo de Irak. Tenemos una cultura e historia común, y la estabilidad, seguridad e integridad de nuestro vecino representan nuestra estabilidad, seguridad e integridad», afirmó ayer el presidente Mahmud Ahmadineyad en un mitin en Teherán, donde se conmemoraba el aniversario de la Revolución Islámica de 1979.
«Ustedes nos envían un mensaje pidiéndonos que les ayudemos, pero no escuchan nuestros consejos y, en vez de eso, arrestan a unos cuantos», dijo el presidente en referencia a la captura de ciudadanos iraníes en Irak en los últimos dos meses.
Los funcionarios estadounidenses también dijeron que Irán tiene en el país vecino a varios grupos bajo su control que utilizan los EFP, entre ellos elementos renegados del Ejército del clérigo radical chií Moqtada al Sadr, a quienes Teherán, según las mencionadas fuentes, provee de armas y entrena para los combates.
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