Lunes, 12 de febrero de 2007. Año: XVIII. Numero: 6266.
ÚLTIMAS NOTICIAS TU CORREO SUPLEMENTOS SERVICIOS MULTIMEDIA CHARLAS TIENDA LOTERÍAS
Primera
Opinión
España
Mundo
Ciencia
Economía
Motor
Deportes
Cultura
Toros
Comunicación
Última
Índice del día
Búsqueda
 Edición local 
M2
Catalunya
Baleares
 Servicios 
Traductor
Televisión
Resumen
 de prensa
Hemeroteca
Titulares
 por correo
 Suplementos
Magazine
Crónica
El Cultural
Su Vivienda
Nueva Economía
Motor
Viajes
Salud
Aula
Ariadna
Metrópoli
 Ayuda 
Mapa del sitio
Preguntas
 frecuentes
La amenaza es el arma del amenazado (Leonardo da Vinci)
 ULTIMA
EL ZOO DEL SIGLO XXI / DAVID CAMERON
Los pecados del joven Cameron
La prensa británica revela que el líder de los 'tories' consumió cannabis cuando era alumno del prestigioso colegio de Eton
FERNANDO MAS. Corresponsal

LONDRES.- David Cameron, de 40 años y líder del Partido Conservador británico, salió ayer por la mañana a las puertas de su casa y, con una forma tan políticamente correcta como ambigua de reconocer las cosas, vino a admitir que en su juventud fumó cannabis. No pronunció un sí. Tampoco un no. Pero fue bastante explícito: «Como mucha gente, cuando era joven hice cosas que no debería haber hecho y de las que me arrepiento».

Los dominicales desnudaban ayer con enormes caracteres la juventud movida del candidato tory a primer ministro: «Fumé cannabis», «Fumé drogas cuando era joven», «Fumó porros». Con este panorama, el líder conservador no tuvo más opción que afrontar la realidad: «No acostumbro a dar desmentidos. Creo que los políticos tienen derecho a un pasado privado que debe permanecer en privado».

Hay que remontarse 25 años en la historia. En un recorte de prensa de junio de 1982 se puede leer, bajo el título «Eton expulsa a chicos drogadictos», la siguiente información: «Siete chicos fueron expulsados ayer del Colegio Eton por consumir y traficar con cannabis. Policías antidroga de Windsor lanzaron una redada en el colegio tras recibir información de la dirección del centro». La noticia añade la declaración de un alumno: «Entre 50 y 100 chicos consumen hachís y hierba de foma habitual».

Cameron, que entonces tenía 15 años, estaba entre los muchachos a los que pillaron in fraganti, entre los que fumaban. Pero no fue expulsado. Se salvó por una razón sencilla: consumía, pero no compraba ni traficaba con la droga. Eran otros los camellos que conseguían la hierba en la villa de Slough.

Aquel adolescente que con el paso del tiempo se convertiría en aspirante a inquilino del número 10 de Downing Street -residencia oficial de los primeros ministros británicos- sí fue sancionado duramente por las autoridades de Eton.

Los escandalosos incidentes en una institución fundada por Enrique VI y que entonces acumulaba más de 500 años de historia se produjeron poco antes de la llamada Gala del 4 de junio. Para evento tan especial se abren las puertas del centro a los más allegados de los alumnos para que disfruten de exposiciones, espectáculos deportivos, obras de teatro... A Cameron no le dejaron recibir visitas de nadie durante siete días, lo multaron y tuvo que copiar líneas enteras de Virgilio. En latín.

Desde que llegó al Parlamento, en 2001, a Cameron se le ha preguntado por su relación con las drogas. La insistencia ha sido mayor desde que, en octubre de 2005, la mayoría conservadora le confió las riendas del partido. El líder tory siempre ha salido al paso de esas preguntas alegando que su vida pasada no le interesa a nadie.

El líder tory, que ha sido criticado por los más conservadores de su partido por sus veleidades juveniles, cree que debe ser juzgado, en cualquier caso, por lo que ha hecho desde que inició su carrera política.

Poco antes de la conferencia conservadora de 2005 le preguntaron directamente si mientras había estudiado en Oxford había tenido escarceos con las drogas. Su respuesta lo dice todo. O nada: «Tuve una experiencia universitaria normal».

El revuelo ayer en el Reino Unido era mayúsculo. Sin embargo, es evidente el cambio que se ha producido en la sociedad y en la clase dirigente de un país donde un político al que se le descubriera un affaire amoroso o un flirteo con las drogas o el alcohol estaba sencillamente acabado.

Las intimidades adolescentes de Cameron quedan al descubierto en el libro Cameron, el auge del Nuevo Conservadurismo, escrito por los periodistas Francis Elliot y James Hanning, del Independent on Sunday. Saldrá a la venta el próximo 2 de abril.

Cameron es un personaje atípico. Aire nuevo dentro de un partido conservador marginado por los votantes desde 1997 debido a su inmovilismo. El nuevo líder tory ha decidido, con su camarilla de jóvenes, viajar al centro, abjurar de principios históricos y defender algunas medidas sociales del laborismo. Cameron ha pedido, por ejemplo, perdón por declaraciones de Margaret Thatcher llamando terrorista a Nelson Mandela o ha llegado a defender la presencia del Estado en la Educación o la Sanidad.

Ahora se ve envuelto en una tormenta por un pasado de drogas y alcohol. Es cierto que de forma mesurada, pero Cameron, según revelaban ayer todos los medios, siguió fumando cannabis incluso en la universidad, después de dejar el colegio de Eton.

Cuentan los autores del libro cómo a comienzos de los 90 Cameron estaba jugando con sus amigos una partida de póker y empezó a circular un canuto. El entonces empleado del Departamento de Investigaciones de los Conservadores pasó del porro. «Fue un rechazo ostentoso», cuentan Elliott y Hanning. Ya era consciente, apuntan, de que estaba en política y debía cuidar esos detalles. En la mesa había, además, vino y whisky. «Hubo cosas que hice de las que creo que no debería hablar ahora que soy político», explica en Cameron, el auge del Nuevo Conservadurismo.

El problema es que las explicaciones se las piden desde las filas conservadoras. Lord Tebbit, antiguo presidente de los tories, conminó a Cameron a ser claro sobre el uso de drogas para dejar esta historia liquidada. «Mi consejo ahora debería ser: 'Quítatelo de encima. De lo contrario, volverán con otra historia'».

No parece que sea la tesis del líder conservador. «Ahora que soy miembro del Parlamento ustedes tienen todo el derecho a seguirme, a colocar sus cámaras en mi nariz. Incluso, pueden venir a verme preparar la comida del domingo, pero tengo derecho a mantener en privado mi pasado. Éste es un principio importante que voy a mantener».


...Y DE SUS COLEGAS EN EEUU

Barack Obama

El candidato demócrata a la Casa Blanca admitió en su autobiografía Los sueños de mi padre haber consumido cannabis.

George W. Bush

El actual jefe de la Casa Blanca confesó a su amigo Doug Wead que fumó marihuana en su juventud. Éste grabó sus declaraciones.

Bill Clinton

«Cuando estuve en Inglaterra, probé a fumar marihuana. No tragué el humo y no volví a intentarlo», afirmó el ex presidente de EEUU.

Marion Barry

El antiguo alcalde de Washington D.C. fue grabado por el FBI mientras estaba consumiendo crack con una prostituta.


LO DICHO Y HECHO

«Hice cosas cuando era joven que no debería haber hecho y de las que me arrepiento»

9 de octubre de 1966: Nace en Oxfordshire. 1979-1985: Estudia en Eton. 1985-88: Cursa Ciencias Políticas, Filosofía y Economía en la Universidad de Oxford. 1988-92: Trabaja en el departamento de estudios del Partido Conservador. 1996: Se casa con Samantha Sheffield. 2001: Elegido diputado. 2005: Tras la renuncia de Howard, opta y se hace con el liderazgo de los 'tories'. 2007: Se revela que tomó cannabis en Eton.

recomendar el artículo
portada de los lectores
copia para imprimir
Información gratuita actualizada las 24 h.
 SUSCRIBASE A
Más información
Renovar/Ampliar
Estado suscripción
Suscríbase aquí
Suscripción en papel
  Participación
Debates
Charlas
Encuentros digitales
Correo
PUBLICIDAD HACEMOS ESTO... MAPA DEL SITIO PREGUNTAS FRECUENTES

elmundo.es como página de inicio
Cómo suscribirse gratis al canal | Añadir la barra lateral al netscape 6+ o mozilla
Otras publicaciones de Unidad Editorial: Yo dona | La Aventura de la Historia | Descubrir el Arte | Siete Leguas

© Mundinteractivos, S.A. / Política de privacidad