Más de un jugador de la primera plantilla del Barcelona debió ayer echarse a temblar. Johan Cruyff, gran 'gurú' del barcelonismo y 'consejero' del presidente Joan Laporta y del secretario técnico, Txiki Begiristarin, aseguró ayer que el «ciclo» del Barça está llegando a su fin.
El ex jugador y ex técnico azulgrana parece tenerlo bastante claro. «El fútbol, son ciclos. Y cada ciclo, de tres o cuatro años. Difícilmente de más. Esa fecha de caducidad incluye también a las plantillas que rinden y obtienen premios. El Barça actual ha llegado a ese punto en el que, tras cuatro años y construir un equipo de la nada, ha de decidir hacia dónde va», aventuró en 'La Vanguardia'.
Cruyff defiende su teoría poniéndose como ejemplo. «Lo sé porque yo dirigí a una de esas plantillas [ganadoras]. Si llegar es difícil, mantenerlo es todavía más». El holandés, precisamente, no supo digerir ese cambio de ciclo del que él ahora habla, y su mítico 'Dream Team', después de la dolorosa derrota de Atenas en la final de la Copa de Europa de 1994 ante el Milan, se descompuso en mil pedazos.
Cruyff cree que es el momento de regenerar la plantilla azulgrana porque el Barça, a su entender, se encuentra en fase de «transición».En su momento, el holandés lo hizo colocando en el equipo a su hijo, Jordi Cruyff, a Escaich, Korneyev, Sánchez Jara o José Mari; mientras el aficionado seguía llorando las pérdidas de Romario, Laudrup o Stoichkov.
«Yo no entraré a desmenuzar si la renovación ha de ser grande o pequeña, ni a quién ha de afectar», dice Cruyff alejándose, por si acaso, de quienes le acusan de querer colocar al delantero de Boca, Rodrigo Palacio.
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