MADRID.-
Un estudio realizado por científicos griegos ha constatado que la siesta, una costumbre ancestral en países mediterráneos y latinoamericanos, puede ayudar a combatir el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Según la investigación encabezada por el doctor Androniki Naska, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Atenas, ese beneficio es especialmente notorio en los hombres que trabajan.
El grupo de facultativos, cuyo trabajo se acaba de publicar en la revista Archives of Internal Medicine, siguió el historial médico de 23.681 personas de entre 20 y 86 años que no tenían problemas cardiacos ni otra enfermedad grave entre 1994 y 1999. Al comenzar la investigación, los participantes revelaron si dormían la siesta, con qué frecuencia y por cuánto tiempo. Además, informaron de sus actividades físicas y sus costumbres alimentarias.
Durante el periodo de investigación, murieron 792 participantes del estudio, 133 de los cuales fue debido a problemas cardíacos. Tras considerar varios factores secundarios, los investigadores determinaron que quienes dormían la siesta ocasionalmente habían reducido un 34% el peligro de sufrir un problema cardíaco en comparación con quienes sólo dormían una vez al día. Entre quienes hacían una siesta de más de 30 minutos al menos tres veces a la semana, el riesgo cardíaco disminuyó un 37%. Más aún, entre los hombres que trabajaban y que podían dormir algunos minutos al mediodía, las posibilidades de tener problemas de corazón descendían un 64%.
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