Así hablaban los tres ex jugadores sobre el Real Madrid horas antes de la final de la Copa del Rey. Confiaban en el triunfo de sus colores, que sería el primero desde 1993, cuando Lasa, Biriukov y Antúnez vestían de blanco. Sin embargo, la realidad contestó con tanta violencia que dejó en suspenso todos los halagos señalados. En Málaga se perdió la alegría, el equilibrio, la solidez. Se diluyó en la dirección de juego, perdió toda fiabilidad en el tiro y aguantó, fundamentalmente con carácter, en la zona. Al equipo de Joan Plaza se le presenta hoy la oportunidad de aparcar esas sensaciones para regresar al ámbito de los elogios, donde se ha habitado seis meses, reconocido unánimemente hasta que se cruzó el Winterthur Barcelona el pasado domingo.

La ocasión para redimirse algo comporta un alto riesgo. El Real Madrid hará esta noche (21.00 horas, La Otra) su cuarto esfuerzo en cinco días, otra cita definitiva. Dispone de nueve puntos de ventaja, la renta lograda en la cancha del Alba de Berlín, pero el preparador blanco alerta: «El rival llegará dispuesto a sacar beneficio de nuestro desgaste físico, por lo que debemos ser muy fuertes mentalmente, intentar borrar de nuestra memoria qué pasó en la final de la Copa y saltar a la cancha pensando en que no se jugó un partido de ida». Charles Smith -0/7 en triples ante el Barça- incide: «Será muy peligroso. Lo importante es recuperarnos mentalmente, olvidar la derrota y cómo se produjo».

El entrenador blanco se reunió ayer con la plantilla. Reflexionaron sobre los motivos de la derrota y se ejercitaron a continuación. Antes, reclamó el apoyo de la afición para superar «este difícil momento», que ha supuesto una tremenda decepción. En la mañana del domingo, la única presión que reconocía Joan Plaza era la de defraudar la ilusión. «Hasta me han dicho que va a venir Capello. No sé cuántas veces un entrenador de fútbol ha ido a un partido del conjunto de baloncesto», comentaba. El técnico italiano se cayó de la expedición a última hora, pero sí viajó la Junta Directiva casi en pleno y muchísimos aficionados. Sólo el Tau desplazó más hinchas a Málaga, lo que indica el alcance de una esperanza malograda.