DAVID BRUNAT
MONTMELO (BARCELONA).-
Fernando Alonso llegó a Montmeló ávido de tranquilidad para trabajar, después del baño de multitudes de Jerez. Y, desde luego, la tuvo. Unos pocos centenares de espectadores se dieron cita ayer en la primera de las dos jornadas de entrenamientos que el campeón del Mundo realizará en el Circuit de Catalunya antes de viajar a Bahrein. Los ensayos dieron poco de sí a la hora de comenzar a desentrañar qué escudería tiene los triunfos en la mano a un mes del inicio del campeonato. Lo único claro a estas alturas es que es BMW y no Ferrari es el principal rival de McLaren. «El coche va bien, pero puede ir mejor», dijo De la Rosa, coincidiendo con el discurso prudente de Alonso.
El piloto catalán se hizo con el mejor tiempo de la sesión (1.22.634), tan sólo una milésima por debajo del piloto de BMW Robert Kubica (1.22.635). Alonso fue tercero, con un tiempo de 1.22.726 y 56 vueltas en su haber. El campeón del Mundo salió pronto a rodar. Pasadas las nueve de la mañana, el asturiano completó 13 vueltas. Luego se enclaustró en su box y tres horas después completó seis vueltas más. La llovizna que asomó en el Circuit al mediodía cambió los planes de las 10 escuderías presentes en el trazado, si bien el asfalto pronto estuvo seco.
El duelo Alonso-Raikkonen, o McLaren-Ferrari, no existió. Raikkonen rodó muy poco (25 vueltas) y hasta tuvo problemas en una de sus salidas del box, cuando apenas rodados 100 metros por el pit lane, su monoplaza se paró. La mejor marca del finlandés fue 1.23.215, el sexto mejor registro. Los pilotos experimentaron la nueva chicane que los responsables del Circuit han diseñado en la bajada del Estadi (penúltima curva), para favorecer los adelantamientos y aumentar la seguridad.
|