El letrado Francisco Andújar alega en su escrito al tribunal del 11-M que deben computarse dentro de ese periodo máximo los dos meses que Belhadj pasó detenido en manos de las autoridades belgas antes de ser entregado a Del Olmo. El instructor del 11-M cursó una Orden Europea de Detención (euroorden) el 31 de enero de 2005 que se ejecutó al día siguiente. Así pues, el pasado 1 de febrero habría cumplido los dos años de prisión provisional.

La Sala, que aún no ha tomado una decisión, ha pedido su parecer a las acusaciones personadas. El fiscal Carlos Bautista, que junto a Olga Sánchez se ha hecho cargo del caso, ha respondido al tribunal que el plazo máximo no se cumplirá hasta el próximo 1 de abril. Según explica, el tiempo cumplido en Bélgica deberá tenerse en cuenta en una hipotética condena, pero no en el cómputo de la prisión provisional. El Ministerio Público indica que existen precedentes ya resueltos en ese sentido. Entre ellos -aunque en ese caso no se trataba de una euroorden- el del represor argentino Ricardo Cavallo. Fuentes jurídicas consultadas coinciden con esta interpretación del fiscal.

El abogado de Belhadj incorpora a su escrito un artículo de la Decisión Marco de la UE sobre la euroorden que regula los efectos de la entrega. Prescribe que el país que ha solicitado la detención «deducirá del período total de privación de libertad que debería cumplirse [...] como consecuencia de una condena a una pena o medida de seguridad privativas de libertad cualquier período de privación de libertad derivado de la ejecución de una orden de detención europea».

«A la luz de lo anterior», concluye la defensa de Belhadj, «es evidente que el plazo de dos años de prisión preventiva debe necesariamente empezar a contar desde que mi defendido fue detenido en su país de residencia, Bélgica, detención que se llevo a cabo el 1 de febrero de 2005. Como quiera que se ha cumplido el plazo máximo de dos años de prisión preventiva sin que ninguna de las acusaciones hayan solicitado su prórroga en plazo y sin practicarse la obligatoria audiencia [...] es por lo que vengo a interesar la inmediata puesta en libertad de mi defendido».

La situación de Belhadj recuerda la del también procesado Saed Harrak, que por un error del juez y la fiscal tuvo que ser puesto en libertad en mayo del año pasado.