Fueron saliendo en grupos de 20 personas. Los 372 inmigrantes irregulares del buque Marine I tocaron tierra ayer después de dos meses y medio de travesía agotadora y tras una intensa negociación diplomática entre España y Mauritania. Desembarcaron en el puerto de Nuadibú y, tras recibir atención médica, empezaron a ser identificados.
Hasta Mauritania se han desplazado tres equipos de funcionarios de Pakistán, India y Guinea Conakry, países de los que procede buena parte de los inmigrantes, para colaborar con las policías española y mauritana en las labores de identificación. «Se avanza a buen ritmo, aunque éste es un trabajo lento», aseguró una fuente del Ministerio de Asuntos Exteriores que también afirmó que numerosas personas de nacionalidad india que ya habían sido entrevistadas habían solicitado la repatriación voluntaria.
Hasta Nuadibú se han desplazado desde España cuatro aviones -dos militares y dos civiles- y más de medio centenar de policías para repatriar a los sin papeles, tal y como confirmaron fuentes policiales. Según el acuerdo alcanzado por el secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Bernardino León, con las autoridades mauritanas, las repatriaciones se llevarán a cabo de forma inmediata.
Los inmigrantes de origen africano deberían ser enviados a Guinea Conakry, país del que presuntamente salió el barco. Sin embargo, ayer, las autoridades españolas mantenían conversaciones con Senegal y Cabo Verde para buscar una alternativa de destino ya que los disturbios que sufre Guinea Conakry desde hace días desembocaron anoche en el decreto de la ley marcial.
Los de origen asiático que acepten el regreso a sus países deberían ser trasladados en los aviones españoles. Aquéllos para los que haya que realizar gestiones especiales de repatriación, serán enviados a España a la espera de que sean devueltos a sus naciones.
En el arrastrero viajaban 372 inmigrantes, de los cuales 305 proceden de Cachemira (India y Pakistán) y el resto de Costa de Marfil, Birmania, Sierra Leona, Sri Lanka y Liberia. España no tiene acuerdos de repatriación ni con India ni con Pakistán, pero, según el secretario de Estado, la colaboración con ambos países siempre ha sido «muy satisfactoria» y normalmente «no plantean problemas para las repatriaciones». También hay precedentes de colaboración positiva en cuestiones migratorias con Birmania y Sri Lanka.
El Marine I se quedó sin motor el pasado 4 de febrero en aguas internacionales. Un avión español de reconocimiento dio la alerta, pero el Centro de Control de Salvamento de Senegal, el más cercano, aseguró carecer de medios y pidió ayuda a España. Una ayuda que ha supuesto hacer frente a las repatriaciones de los inmigrantes.
Catarros, diarreas y quemaduras
T. C.
LAS PALMAS.- Tras bajar del barco, primero se les facilitó asistencia médica. «Están bastante bien. Los primeros en salir han sido los que se encuentran peor, pero son dolencias de poca importancia: catarros, quemaduras y diarreas», explicó a EL MUNDO la portavoz de Cruz Roja, Olivia Acosta, tras atender a los 180 primeros sin papeles, pasadas las 19.00 horas de ayer. Después de ser revisados por los médicos, fueron pasando a otra sala para proceder a su identificación y realizarles las fotografías oportunas. Seguidamente, accedieron a las duchas y se les facilitó ropa nueva. Por último, se les agrupó por nacionalidades.
El trabajo se hizo sin parar ni un momento, lo que provocó malestar entre los policías. De hecho, los agentes desplazados desde Canarias estaban en pie desde las 2.00 horas para realizar este servicio, y sólo recibieron un desayuno ligero a las 7.00, aseguraron fuentes policiales.
