C. T
SEVILLA.-
En la novena planta de un edificio de oficinas de Sevilla todo el mundo empezó a sentirse mareado. Salieron de los despachos agarrándose a las paredes en busca de una explicación. El guarda de seguridad, Rafael Carrillo, la encontró rápidamente. La máquina que surte agua estaba quieta, pero el líquido se movía de un lado a otro como en un maremoto.
«Esto parece la escena de la película de Parque Jurásico», cuenta el vigilante para explicarlo. Confirmado: era un terremoto. Acto seguido, salieron apresurados del edificio bajando por las escaleras, junto a cientos de personas de esas oficinas y otras numerosas del barrio de Los Remedios, que abarrotaron las calles improvisadamente.
Como ellos, miles de personas abandonaron sus puestos de trabajo ayer en Sevilla, sobre todo en los edificios de gran altura.
Los juzgados y la Audiencia provincial fueron desalojados espontáneamente por los usuarios y funcionarios, entre escenas de nerviosismo. Los afectados, unas 1.000 personas, esperaron unos 20 minutos en la calle antes de volver a los edificios.
El seísmo se sintió sobre todo en la tercera planta del edificio de los juzgados, donde se movieron los ordenadores, mesas y las sillas y llegaron a caerse los mástiles de las banderas colocadas en el despacho de una juez.
Juicios en suspenso
Testigos presenciales dijeron a Efe que en esa planta los juicios que se estaban celebrando se suspendieron sin que el juez lo ordenase, y las personas que participaban en ellos salieron corriendo escaleras abajo, entre gritos de nerviosismo.
Jueces, fiscales, funcionarios e imputados quedaron concentrados en la explanada situada frente a los dos edificios judiciales durante una hora, hasta que la Guardia Civil permitió el acceso de nuevo.
En el momento del temblor, muchos creyeron que la causa era la tuneladora que construye el Metro de Sevilla y que actualmente se encuentra justo en el subsuelo de la zona.
Uno de los edificios administrativos más afectados fue el de Torretriana, que es el que más trabajadores alberga de la Junta de Andalucía. En las plantas séptima y octava, los paneles que dividen los despachos se desplazaron y las sillas llegaron a moverse unos 15 centímetros.
Además, técnicos encargados de la restauración de la Catedral investigan si el terremoto afectó al templo, después de que algunos trabajadores observaran leves movimientos en algunos sillares situados cerca del rosetón ubicado sobre la Puerta de la Asunción.
|