Hacia las 12 de la mañana, más de 200 personas se apiñaban en la acera de enfrente, entre desconcertadas y risueñas. Era un descanso que no venía mal, aunque los de las oficinas de los pisos bajos no sabían muy bien lo que había pasado. El temblor sólo se sintió en los pisos altos de algunos edificios de la capital, aunque tampoco en todos. En éste de López de Hoyos, los que trabajan en la primera y segunda planta no se enteraron de nada.

Otros, en cambio, lo sintieron perfectamente y llegaron a pasar algo de miedo: «Yo me he mareado un poco y todo», recordaba una chica. «La mesa me ha temblado durante unos segundos, pero ha sido muy poco, yo no sabía lo que era. Después nos han dicho que mejor nos fuéramos todos a la calle».

En las casas, mucha gente también notó el temblor, un movimiento leve, casi imperceptible, al que no se daría ninguna importancia de no conocerse la noticia del terremoto de 6,1 grados que se produjo ayer.

Madrid, como muchas otras partes de la península, sufrió los movimientos de la onda expansiva. El terremoto en sí mismo tuvo una magnitud de 6,1 grados en la escala de Richter, que es mucho para lo que se registra habitualmente en España y Portugal.

Sin embargo, la intensidad con la que este seísmo llegó a Madrid era mucho menor. En la Escala Macrosísmica Europea (EMS), que se utiliza para medir la intensidad, el máximo no superó los dos puntos. Es decir, la sensación que tuvieron los habitantes de Madrid de este terremoto (los que lo sintieron) fue prácticamente mínima. La EMS va de 0 a 12.

Por la lejanía del epicentro del terremoto a la Comunidad de Madrid, las ondas llegaron sólo a las plantas altas de los edificios. Aunque en algunos de los rascacielos más altos de la capital no se sintió nada. En la calle de Alcalá, sin embargo, se desalojaron otros dos edificios: el número 21, de los Seguros Vitalicio, y la sede de la Consejería de Cultura, en el 31.

En las alturas de la Consejería, que tiene ocho pisos, se movieron algunas plantas ornamentales, mesas de trabajo y también hubo quien se mareó. Sólo se sintió a partir del quinto piso, según informaron desde la Consejería. En la planta baja, en cambio, donde estaban montando una exposición con andamios y otros objetos que podrían haber temblado, no pasó nada de nada.

Las ondas del terremoto se sintieron además por todo Madrid. El 112 recibió 62 llamadas entre las 11.40 y las 12.00 horas relacionadas con el seísmo. La mayoría requería información sobre el terremoto, saber si iba a haber réplicas (hubo dos de muy baja intensidad) o consejos en caso de que se repitieran los movimientos de tierra, según informó Emergencias 112.

En esos 20 minutos de confusión toda la gente que llamó al 112 afirmó que nadie había sufrido daños y que los edificios estaban bien. No obstante, los Bomberos del Ayuntamiento de Madrid tuvieron que acudir a todos los edificios desalojados para revisarlos y asegurarse de que no había grietas ni daños estructurales.

Los bomberos fueron también a Príncipe de Vergara, 121, en el distrito de Chamartín; a la avenida de la Albufera, 321, en Vallecas; a la calle Almansa, en Tetuán; a Amaltea, 9, y a Meneses, en Arganzuela; y a Princesa, 31, en Moncloa. Además, acudieron a un edificio en Caballero de Gracia, 1, donde finalmente no había sucedido nada, según fuentes policiales.

Después de revisar los edificios no se encontraron grietas ni otros peligros para los trabajadores. La intensidad de la onda expansiva fue muy baja y sólo habría afectado a los edificios a partir de siete puntos, aproximadamente.

En López de Hoyos se inspeccionó una obra que había detrás del edificio desalojado por si había peligro de derrumbe, pero no se encontró nada.

En la Ciudad de los Periodistas, cerca de Herrera Oria, también se notó el temblor. Allí hay torres que superan las 10 alturas, y en los pisos superiores se movieron sillas, libros y muebles.

Pero la capital no fue el único punto de la Comunidad donde hubo vibraciones. En Alcalá de Henares y Alcobendas, por ejemplo, también se sintió el terremoto con una intensidad de dos puntos.

En Alcorcón, las paredes de algunas casas altas se movieron levemente, igual que los cuadros de las paredes y los libros de las estanterías. Sin embargo, la fuerza de las ondas no fue tan grande como para que se cayeran objetos al suelo.

Después del susto, hacia las 12.30 horas o la una, la mayoría de los edificios ya había sido inspeccionada y los trabajadores volvieron a sus puestos... Para lástima de algunos. «Yo creo que los bomberos nos podrían mandar a casa, ¿no?», bromeaba la empleada de una empresa desalojada. «Al fin y al cabo, la seguridad es lo primero».

EDIFICIOS DESALOJADOS

Alcalá, 21. Edificio de los Seguros Vitalicio. Centro.

Alcalá, 31. Consejería de Cultura de la Comunidad.

Princesa, 31. Edificio de oficinas. Moncloa.

López de Hoyos, 141. Edificio con varias plantas de distintas oficinas. Chamartín.

Príncipe de Vergara, 121. Chamartín.

Avda. de la Albufera, 321. Vallecas.

Almansa. Tetuán.

Amaltea, 9. Arganzuela.

Meneses. Arganzuela.