En un escenario y otro asume el primer plano Paul Rogers, fichado en 2005 para sustituir -en la medida de lo posible- al malogrado frontman Freddy Mercury. «Será un Queen diferente porque nace de las cenizas del Queen antiguo, supongo. Con Paul nos sentimos muy cómodos. Con él se produce una interacción genuina y orgánica», comentó May sobre la aportación del ex cantante de Free y de Bad Company, de quien dijo se ha acoplado al grupo siguiendo «una síntesis natural».

Pero como las comparaciones son como son, de justicia era matizar: «Freddy fue maravilloso, completamente único», terció el creador en solitario de álbumes como Back to the light (1992) y Another world (1998). «Ojalá él estuviera aquí. Se encontraría cómodo con el resultado final. Pero ya no está y nosotros tenemos que hacerlo lo mejor que podemos». Y luego dejó caer que anda moviendo hilos para hacer una película sobre su compañero y sobre la formación, cinta en la que Johnny Depp podría ser el protagonista. «No tenemos guión, sólo a algunas personas trabajando en varias ideas», acotó.

Mientras se hace celuloide, regresa palpitante, bombeando vida, We will rock you a la capital, tres años después de su estreno. Con texto adaptado por Ben Elton y a partir de una idea original del actor Robert de Niro, a mitad de camino entre la comedia y la sátira, la pieza se presenta como reivindicación de las actuaciones en directo y como una andanada contra la globalización con tintes futuristas.

El argumento es apocalíptico: en el año 2305 la juventud vive alienada (misma ropa, mismos pensamientos...) en el mundo Ga-ga. Excepción hecha de los bohemios, que plantan cara a esa realidad a partir de su música... La puesta en escena, por su parte, tiene un toque Mad Max pelín hortera, caracterización de la que Queen hizo bandera desde sus inicios.

La adaptación corre aquí a cargo de Luis Alvarez, con Pablo Navarro como responsable de la dirección musical, dirección artística de Alejandra Martín y coreografía de Cristina Sánchez. Julián Fontalvo, Daniel Diges, María López, Lara Alcázar, Juan Félix Bejarano, Nieves Sal, Tessa, Carlos Fernández, Diego Falcón y Alfonso Arteche componen el reparto.

Pasión española

¿Y con qué identidad se ofrece al público la versión local del musical (Madrid fue la primera ciudad europea tras Londres en acoger el montaje)? «Bueno, ésta es la primera vez que me involucro directamente en el proceso creativo. Cuando vine por primera vez perdimos mucho tiempo haciendo la traducción, ensamblando las canciones en el guión, buscando la banda... Ahora el equipo está preparado. Tengo una gran confianza. Sé que será grande. Más de lo que se ha visto nunca».

May poco menos que levita cuando se le pregunta por las sensaciones que deja oír canciones propias con voz ajena. «Me encanta, ¿sabes? Hemos tenido la oportunidad de interactuar directamente y de transformar las canciones para que la gente joven desarrolle su energía. No hay nada como escuchar cantar con pasión. Es importante mostrar que en el espectáculo hay algo más allá de la comedia».

Y ahí que va: «Me encanta cómo suenan las canciones en español. Hace tres años íbamos a Londres cada fin de semana para intentar captar el sonido y el ritmo. Eso es difícil: si traduces una canción, se vuelve una canción diferente. Trabajamos muy duro para que tuvieran las sensaciones originales», subraya después de reconocer que algo se defiende con su «español de Tenerife», donde llegó a trabajar de astrónomo en los 70. Afición, la de mirar al cielo, que plasmó recientemente en un libro. «Convertirme en estrella del rock fue el mayor disgusto que di a mis padres», reflexiona al echar la vista atrás, aunque con una sonrisa.

Como la que se le escapó al ser interrogado, cómo no, por el perfecto cardado de su melena: «Hace años leí que tomar una ducha con agua fría era buena para el sistema nervioso. Deja la piel saludable y quizá es bueno para el pelo». En fin, lo que se dice vivir under pressure.

We will rock you

. Hasta fin de temporada, en el Teatro Häagen-Dazs Calderón (Atocha, 18)