ANA MONTENEGRO
MADRID.-
La Fundación Instituto Tecnológico de Seguridad Vial (Fitsa) se reunió ayer con los miembros de la Comisión de Seguridad Vial del Congreso de los Diputados, que preside Jordi Jané, con el Director General de Tráfico, Pere Navarro y con el fiscal de Seguridad Vial, Bartolomé Vargas para mostrarles en pruebas prácticas los avances tecnológicos en seguridad de los automóviles e incentivarles a que los promuevan.
Los representantes públicos comprobaron el funcionamiento del control de estabilidad (ESP), control de ayuda a la frenada (BAS), control de velocidad, sistema de alerta de cinturones de seguridad y, curiosamente, el ABS, que es ya obligatorio en todos los automóviles que se venden en la Unión Europea.
Las pruebas parece que resultaron convincentes ya que el diputado Jordi Jané reconoció que «muchas veces nos centramos en las sanciones y hay otros elementos, además del factor humano, que ayudan a prevenir accidentes». Jané se comprometió a «trasmitir a la UE el mensaje de que los equipamientos de seguridad de los automóviles estén exentos de IVA». Preguntado si habría medidas fiscales estatales, por ejemplo a través del impuesto de matriculación o del Plan Prever para potenciar este equipamiento, comentó que se «hablará con la comunidades autónomas». Estuvo de acuerdo en que estos equipamientos encarecen el precio del vehículo y que «los legisladores tenemos que buscar fórmulas para no gravarlos con impuestos».
Por su parte, Pere Navarro reconoció que el ESP reduce los accidentes por salidas de las vías, uno de los que producen más mortalidad, y recomendó que cuando se adquiera un vehículo lleve ESP, pero también limitador de velocidad y avisador de cinturón de seguridad. El pasado año el 50% de los automóviles que se vendieron en España tenían un sistema de control de estabilidad, frente al 41% en 2005, y en la mayoría de los medios, incluso en los modelos más pequeños es ya un equipamiento que empieza a ofrecerse de serie.
Respecto a uno de los elementos presentados, el Alcolock que impide arrancar el vehículo si el conductor no se somete antes a un test rápido de alcoholemia y que se utiliza en Estados Unidos y Suecia para condenados por conducir bajo los efectos del alcohol, fue especialmente estudiado por el fiscal de seguridad Vial, Bartolomé Vargas. Este reconoció esos equipos se podrían utilizarse como método reeducador también en España.
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