VIRGINIA LOPEZ. Especial para EL MUNDO
LISBOA.-
Aunque los resultados del referéndum sobre el aborto no fueron vinculantes, debido a que la participación ciudadana no superó el 50%, el Parlamento portugués cuenta con capacidad política y jurídica para llevar a cabo la despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo hasta las 10 semanas de gestación por opción de la mujer.
El Ejecutivo liderado por el socialista José Sócrates espera que la ley esté lista antes de que concluya la actual sesión legislativa, en julio. A partir de ese momento, será el Gobierno quien se ocupe de la reglamentación de la misma, lo que no se prevé hasta 2008.
Todavía hay algunos aspectos de la nueva ley que tendrán que ser matizados. En primer lugar, para que las mujeres portuguesas puedan abortar sin miedo a ser perseguidas judicialmente, tendrá que ser alterado el artículo 140 del Código Penal luso. Además, entre las cuestiones que quedan en el aire está la objeción de conciencia de los médicos.
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