JAVIER ESPINOSA. Corresponsal
JERUSALÉN.-
El primer ministro palestino, Ismail Haniya, solicitó ayer al Cuarteto (UE, EEUU, ONU y Rusia) que abandone el cerco financiero que mantienen contra el Ejecutivo de Gaza y Cisjordania tras el pacto que alcanzaron Hamas y el presidente, Abú Mazen, en Arabia Saudí. «Le pedimos a la Unión Europea y al Cuarteto que respeten la voluntad de los palestinos y su acuerdo y que levanten el bloqueo que sufren desde hace muchos meses», señaló Haniya en un discurso televisado.
Sin embargo, la Unión Europea se apresuró a mantener su postura tras una reunión de los ministros de Exteriores del bloque de 27 países en Bruselas. La Comisaria de Relaciones Exteriores, Benita Ferrero Waldner, declaró que todavía no es posible dialogar con el nuevo gabinete y por tanto continuarán con el cerco económico que establecieron a la par que Israel y EEUU.
El pacto de Arabia Saudí podría quedar empañado por la postura de este bloque y la situación amenaza incluso con empeorar para los palestinos si Israel endurece aún más su postura, como anunció un representante de este país que, en declaraciones a Reuters, advirtió que Tel Aviv se plantea boicotear también al presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Abú Mazen.
«Una opción que se está contemplando de manera seria es cortar los contactos con Abú Mazen», aseguró el representante israelí. «Ahora son uno solo, un solo Gobierno. Si insisten en la misma posición, Abú Mazen estaría abandonando la postura que tenía antes», indicó el propio primer ministro Ehud Olmert.
Cohetes contra Israel
Mientras, las excavaciones en torno a la Puerta de los Magrebíes, en el acceso a la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén, continuaron durante la jornada mientras la repulsa palestina crecía y se expresaba desde Gaza con el lanzamiento de al menos cinco cohetes caseros contra Israel que no causaron víctima alguna. Grupos de palestinos se enfrentaron también a pedradas con la policía israelí en Jerusalén Este, y en localidades de Cisjordania como Hebrón, en las proximidades de Belén o Nablus.
El alcalde de Jerusalén, Uri Lupolianski -que se atribuye también la jurisdicción sobre el este de la villa- decidió suspender el proyecto inicial de las obras que preveía una modificación del trazado original de acceso a la Puerta ante la polémica que ha desatado incluso en Israel.
La declaración de la Alcaldía no supuso cambio alguno sobre el terreno, donde al mediodía se podía apreciar toda una cuadrilla de obreros horadando la tierra con picos y palas, y trasladando la tierra hasta una hilera de enormes sacos de lona.
«Los israelíes no han dejado de excavar, simplemente acabaron con la fase de las excavadoras. Las excavaciones tienen que detenerse para crear una atmósfera positiva que permita reactivar el proceso de paz», advirtió Rafia Huseini, uno de los asesores de Abú Mazen.
El principal reclamo de los líderes palestinos no estriba sólo en las posibles repercusiones de las obras en la Explanada de las Mezquitas sino en el hecho de que la Ciudad Vieja se encuentra situada en Jerusalén Este, un territorio ocupado desde 1967 y donde «Israel no puede aplicar sus leyes», en palabras el diputado árabe israelí, Muhamed Barakeh.
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