Miércoles, 14 de febrero de 2007. Año: XVIII. Numero: 6268.
ÚLTIMAS NOTICIAS TU CORREO SUPLEMENTOS SERVICIOS MULTIMEDIA CHARLAS TIENDA LOTERÍAS
Primera
Opinión
España
Mundo
Ciencia
Economía
Motor
Deportes
Cultura
Comunicación
Última
Índice del día
Búsqueda
 Edición local 
M2
Catalunya
Baleares
 Servicios 
Traductor
Televisión
Resumen
 de prensa
Hemeroteca
Titulares
 por correo
 Suplementos
Magazine
Crónica
El Cultural
Su Vivienda
Nueva Economía
Motor
Viajes
Salud
Aula
Ariadna
Metrópoli
 Ayuda 
Mapa del sitio
Preguntas
 frecuentes
Si comienza uno con certezas, terminará con dudas; mas si se acepta empezar con dudas, llegará a terminar con certezas (Francis Bacon)
 CATALUNYA
ERNEST MARAGALL / Conseller d'Educació de la Generalitat
«En algunas zonas no hace falta inmersión lingüística»
DANIEL G. SASTRE

BARCELONA.- El volumen de la música seguía alto cuando Ernest Maragall (Barcelona, 1943) recibió ayer, en su espacioso despacho de la Via Augusta, a este diario. El conseller d'Educació de la Generalitat había encajado poco antes que su Govern recurriese ante el Constitucional el decreto que establece una tercera hora en castellano en las aulas catalanas. Un recurso con el que él se había mostrado en contra.

P.- ¿Era usted partidario en primera instancia de recurrir el decreto?

R.- Soy partidario de respetar y asumir las decisiones que toma el Govern, con su presidente al frente. Y es lo que hemos hecho, tras llegar a conclusiones basadas en el análisis jurídico y la solvencia institucional. Estoy absolutamente cómodo.

P.- ¿Qué cree que pasará ahora?

R.- Nada en particular. Todo esto tiene que desdramatizarse un poco, porque estamos ante un tipo de relaciones institucionales previsible, sobre todo en esta fase inicial en que coinciden leyes anteriores y Estatutos que entran en vigencia inmediatamente después. Se abren posibilidades que tienen que encontrar encaje.Confío en que, cuando estén en marcha todas las comisiones que el Estatut prevé, algunas de estas cuestiones puedan resolverse sin formalizar las posiciones, los conflictos. Pero [el recurso] forma parte de la normalidad democrática, y es perfectamente compatible con el despliegue de nuestras competencias.

P.- ¿Cree acertado recurrir el anexo que establece la tercera hora?

R.- Creo que tal como ha quedado formulado el acuerdo se ve que estamos donde debemos estar, defendiendo nuestras competencias y nuestra institución. Estamos expresando una posición común.

P.- ¿Siente que Montilla ha elegido a Esquerra y lo ha dejado a usted solo en este asunto?

R.- Me consta que el president no me ha dejado solo.

P.- ¿Cree que el recurso permitirá a ERC salvar la cara ante las presiones de CiU?

R.- Hay que distinguir la conversación hasta ahora, que afectaba al Govern y a Educació, de las cuestiones que desde cada partido se puedan plantear legítimamente. No tengo por qué darles consejo.

P.- De usted sí habla ERC. Hace poco Xavier Vendrell [número tres de ERC] insinuó que usted es «un señor de Sarrià» con poca sensibilidad hacia la comunidad educativa.

R.- Eso se comenta solo, no entraré en este terreno. Si él quiere entrar es libre de hacerlo.

P.- ¿Puede la educación convertirse en la primera gran grieta del nuevo Govern, como espera CiU?

R.- CiU lleva muchos años esperando a que pasen muchas cosas que nunca pasan. Estoy encantado de escuchar esta letanía de búsqueda de grietas. Creo que CiU se encontrará con un Govern que hará de la educación una de sus prioridades, con ambición de mejorar y de incluir, como se irá viendo, resultados tangibles.Queremos que este país por fin se plantee seriamente la formación profesional, la relación entre la escuela y el trabajo, o que sea capaz de tomar medidas para llegar al trilingüismo. Son cosas que estamos en condiciones de conseguir. También que los niños tengan mejores resultados: que suba la media y tengamos más excelencia.

P.- ¿Ha sido la tercera hora de castellano moneda de cambio para no recurrir la Ley de Dependencia?

R.- No, no pienso eso en absoluto. Esta cuestión de la educación en sí misma merece toda la atención, toda la pasión de este Govern para decidir cómo defender mejor nuestro espacio competencial.Este país ha puesto en su Estatut que el catalán es la lengua vehicular de la enseñanza. Está también en los decretos de despliegue de las leyes orgánicas de educación y estará en la Ley de Educación de Cataluña, cuando llegue. Estará vigente en todos los centros de este país. Y también estará presente una práctica necesaria que es la llamada inmersión lingüística, en determinados centros y con unas reglas de juego y una rigurosidad profesional absoluta.También estará presente la voluntad, y la realidad, de que los niños de Cataluña aprendan y dominen correctamente el castellano.Y además, estará presente la entrada, de verdad, en el mundo del aprendizaje del inglés. Ésta es la política de este Govern.El catalán tiene en la educación un capital demasiado importante como para ponerlo en cuestión. No sólo no es incompatible sino que es absolutamente compatible, y ha de ser una decisión perfectamente establecida que, desde el dominio y la función central del catalán, se consiga que nuestros hijos comprendan y usen correctamente el castellano y el inglés. Los objetivos son irrenunciables, para todos, la manera de llegar puede no ser la misma. Hay territorios, entornos lingüísticos y sociales diferenciados, y el esfuerzo para llegar al mismo objetivo no tiene por qué ser de la misma manera: en unas zonas hace falta inmersión lingüística y en otras no, en otras hará falta reforzar más el inglés y en otras hará falta que el castellano se asegure efectivamente una presencia sistemática más allá de la estricta obligación.

P.- ¿A eso se refería cuando dijo en el Parlament que algunos niños de Olot no dominan el castellano?

R.- Eso correspondía a una anécdota real, no era una opinión.Era sólo una manera de decir, quizás no la más acertada, que en este país no nos podemos resignar a que los chicos aprueben con una determinada nota, sino que hemos de plantearnos como objetivo asumir el máximo nivel de calidad al que somos capaces.Somos capaces de conseguir en todo el territorio que todos los niños tengan el catalán como lengua propia, y que todos sean capaces de dominar el castellano.

P.- ¿Cuánto tiempo hará falta para que las escuelas puedan aplicar su proyecto de trilingüismo?

R.- Es un plan que no se aplica con una sola medida. En parte ya está en marcha: hay bastantes centenares de centros que lo llevan a cabo de manera experimental y con buenos resultados.La cuestión es que a partir del curso que viene eso se convierta en medidas generalizadas.

P.- ¿Faltan profesores para ello?

R.- Es una de las líneas del plan: disponer de profesores con conocimientos para aplicar eso, para enseñar Matemáticas o Sociales en inglés.

P.- ¿Qué opinión tiene de la propuesta que presentó ERC el lunes?

R.- Les comenté que les daría respuesta por escrito, pero si he de decir algo es que me cuesta encontrar alguna diferencia de fondo entre su documento y el decreto tal como estaba formulado.

P.- ¿Está de acuerdo entonces con que «en Primaria hay que avanzar en el sentimiento de pertenencia a Cataluña»?

R.- Eso, en la propuesta provisional que tenemos, ya estaba.No con esa misma terminología pero con la misma intención de fondo. Pretender que los niños de cualquier país encuentren los elementos que les permitan relacionarse bien con su mundo natural, su espacio institucional y su identidad cultural, lingüística y nacional me parece muy normal. En Cataluña, en Groenlandia, en España, en Suiza... es razonable.

P.- ¿Puede haber colisiones entre realidades?

R.- No veo ninguna, si se hacen bien las cosas y se explican correctamente. Cada uno de los conceptos tiene que tener su lugar en el proceso de aprendizaje.

P.- ¿Son una buena idea las aulas de acogida de la Generalitat?

R.- Buena no, magnífica. Son una iniciativa de la etapa de Bargalló y Cid, se han revelado como un valor añadido del sistema catalán muy importante. Ahora hay unas 1.100 aulas, que prestan servicio a los niños que no empiezan el curso con sus compañeros y constituyen una especie de inmersión lingüística en positivo. Los frutos, en materia de integración social y de integración lingüística, son fantásticos.

P.- ¿Es partidario de colocar una casilla en las hojas de preinscripción preguntando por la lengua materna?

R.- Somos partidarios de cumplir las leyes, y es lo que haremos.

P.- ¿Cumplirán las sentencias en el sentido que recomienda el TSJC?

R.- Las cumpliremos.

P.- ¿En ese sentido también?

R.- En todos los sentidos que recomiende el TSJC. Como no puede ser de otra manera, respetaremos las decisiones de la Justicia.Haremos bien todas las formalidades necesarias para inscribir a los niños.

P.- ¿Eso significa que pondrán la casilla en la preinscripción?

R.- Eso significa que cumpliremos efectivamente las decisiones de la Justicia.

recomendar el artículo
portada de los lectores
copia para imprimir
Información gratuita actualizada las 24 h.
 SUSCRIBASE A
Más información
Renovar/Ampliar
Estado suscripción
Suscríbase aquí
Suscripción en papel
  Participación
Debates
Charlas
Encuentros digitales
Correo
PUBLICIDAD HACEMOS ESTO... MAPA DEL SITIO PREGUNTAS FRECUENTES

elmundo.es como página de inicio
Cómo suscribirse gratis al canal | Añadir la barra lateral al netscape 6+ o mozilla
Otras publicaciones de Unidad Editorial: Yo dona | La Aventura de la Historia | Descubrir el Arte | Siete Leguas

© Mundinteractivos, S.A. / Política de privacidad