DANI CORDERO
BARCELONA.-
El Ministerio de Fomento es incapaz de cumplir con sus objetivos de inversión en infraestructuras en Cataluña. Cada año asigna una cantidad en sus Presupuestos y cada año dedica menos de un 80%. Por esa razón, en los dos últimos ejercicios con datos cerrados, 2004 y 2005, las comarcas catalanas han visto pasar de largo 1.200 millones de euros que debían quedarse convertidos en hormigón, según los cálculos de la Cámara de Comercio de Barcelona.
En 2004 se dejaron de invertir 656 millones de euros previstos y en 2005 la cifra se situó en 546 millones más. Lo peor es que la corporación empresarial considera que este año se volverán a repetir las diferencias entre presupuestado y liquidado y la cifra no será menor, pese a los supuestos compromisos del Gobierno socialista de reforzar sus inversiones en Cataluña. Según la Cámara de Comercio de Barcelona, el Estado sólo cumplirá el 76,8% de los 2.444 millones de euros que prometió. Es decir, 567 millones de euros no se invertirán.
La institución empresarial recordaba ayer que con los 1.200 millones de euros que se perdieron en esos dos años se podría haber construido la línea ferrroviaria de alta velocidad entre Valencia y Barcelona, según el coste calculado en el Plan de Infraestructuras del Transporte de Cataluña (1.080 millones de euros). Sea como sea, esa cantidad se suma al déficit de inversión de infraestructuras que la Cámara de Barcelona viene denunciando desde hace meses, acompañada de otras instituciones empresariales catalanas.
El bajo porcentaje de ejecución de las inversiones de Fomento y sus empresa públicas es generalizable al conjunto de comunidades autónomas. Sólo cuatro reciben más de lo presupuestado (Aragón, Cantabria, Navarra y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla), mientras que Madrid se ajusta a las previsiones con un 99% de ejecución. El problema de Cataluña es que se sitúa a la cola en cuanto a ejecución (sólo Baleares y País Vasco están por detrás), con porcentajes muy regulares, que van creciendo paulatinamente en los últimos años, pero que en los últimos nueve años acumula una media del 71%.
Las conclusiones que saca a relucir la Cámara de Comercio son claras: «El ritmo de ejecución de las inversiones del Estado en Cataluña continúa siendo insuficiente», «el Govern de la Generalitat tendría que reclamar los recursos» que se pierden cada año y «de nada servirá incrementar las inversiones presupuestadas si no conseguimos que se ejecuten plenamente, tal y como se hace en otras comunidades autonómas».
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