Si la subida de las temperaturas a consecuencia del cabio climático puede convertir en un horno la península Ibérica y Baleares, la acusada bajada de precipitaciones, nubes y humedad llevará a la piel de toro a una sahelización sin paliativos. Un informe del Instituto Nacional de Meteorología prevé para el último tercio del siglo una reducción de las lluvias en un 40% en la mitad sur del país, y algo más pequeña en la mitad norte.
El estudio se presentó ayer como documentación adicional ante el Consejo Nacional del Clima (CNC), que ha comenzado a revisar la Estrategia Española contra el Cambio Climático. El informe contiene proyecciones de subida de temperaturas y bajadas de precipitaciones a lo largo del siglo, en los peores escenarios posibles. Es decir, si no se redujeran las emisiones de gases invernadero.
Aunque las proyecciones de lluvias son menos fiables que las de las temperaturas, el director del INM, Francisco Cadarso, confirmó ese descenso de casi la mitad de las lluvias en el sur. El fenómeno irá acompañado de un descenso similar en procentaje en la nubosidad y un descenso menos acusado de la humedad relativa.
Estos cambios en el modelo climático español, junto con las subidas de temperaturas -que en el mismo periodo de final de siglo podrían ser superiores a ocho grados en el interior peninsular-, llevan directamente a la africanización de nuestro clima.
De ahí que ayer, Cristina Narbona dijera que la lucha contra esa situación «es el mayor reto al que se enfrenta España». «No sólo es un reto de futuro, también es cultural». En este sentido, la producción de vino podría ser de las más afectada en unas décadas. Para superar las actitudes catastrofistas frente a la amenaza del calentamiento global, la ministra abogó por una «reorientación generalizada» del modelo de desarrollo español.
Narbona defendió ayer el borrador de la estrategia, que deberá pasar ahora un periodo de maduración y cambios promovidos por las CCAA y los agentes económicos y sociales. Y reconoció que aunque la estrategia tenga elementos de otras normativas, «hay aspectos nuevos».
Arturo Gonzalo Aizpiri, secretario general para al Prevención del Cambio Climático, señaló que la estrategia «contiene 170 medidas concretas, muchas de ellas novedosas». Y añadió que el plan va más allá que los objetivos de la UE en energías renovables, biocombustibles y menor consumo de energía primaria. Sin embargo, cinco organizaciones sociales que forman parte del CNC, a los que la ministra permitió expresarse en su propia conferencia de prensa, coincidieron en calificar la estrategia de «sólo un punto de partida», «insuficiente» «sin metas» «sin concreción ni presupuestos.
Por otra parte, Narbona pidió ayer «disculpas» a los medios de comunicación afectados por la filtración del borrador de la estrategia al diario El País, que ha provocado que los consejeros del CNC lo conocieran de esa forma. Se trata de una situación que se viene produciendo reiteradamente durante esta legislatura. La ministra señaló que «estamos intentando conocer quien lo ha filtrado, porque el problema lo tenemos nosotros». Aprovechó para reprobar la publicación del borrador «porque no nos ha ayudado nada en la lucha contra el cambio climático».