En un discurso ante el Parlamento Europeo, la actual presidenta de turno de la UE se desmarcó de sus colegas franceses y británicos, reacios a la propuesta de la CE de reducir antes de 2020 las emisiones hasta un 30% respecto a los niveles de 1990 y lograr que el 20% de la energía sea renovable. En la cumbre de líderes en marzo, los Veintisiete debatirán el plan de la Comisión, y Merkel se ha comprometido a respaldar «objetivos cuantificables». «No queremos dejar las cosas de forma vaga», subrayó la líder alemana, partidaria de la obligación sobre el mínimo de energías limpias como la eólica o la solar. En la actualidad, la UE sólo impone un objetivo voluntario del 12% para 2010, que la mayoría de los países están lejos de cumplir.

Alemania también insiste en que la UE sólo puede cumplir con su plan de recorte de gases más ambicioso si el resto de potencias internacionales también acuerdan reducciones. «Tenemos que aceptar nuestros compromisos, pero también debemos asegurarnos de que las acciones de otros continentes no dinamiten lo que intentemos hacer en éste», declaró Merkel en referencia a países como EEUU , China o la India.