Sin embargo, la irrupción de Carmen Calvo, con su anteproyecto bajo el brazo, concitó casi todo el protagonismo de la primera jornada de este Encuentro de Creadores Audiovisuales, al que han acudido, entre otros, Manuel Gutiérrez Aragón, Gracia Querejeta, José Luis Borau, Antonio Giménez-Rico, Manuel Gómez Pereira, Fernando Méndez-Leite, Antonio del Real, José Luis García Sánchez, José Luis Cuerda, Manuel Hidalgo, Fernando Lara (director general de Cine) o la presidenta de la Academia, Angeles González-Sinde.

Al «yo me iré un día, pero el cine se quedará aquí» pronunciado con un insólito énfasis por la ministra para justificar su dedicación en la gestación de la ley, Gutiérrez Aragón opuso un mucho más discreto interés personal ante un texto que, según el presidente de la Fundación Autor, «ha despertado tantas esperanzas como inquietudes». El director, además de anfitrión, se preguntó con cierto deje de inquietud en qué estado se encuentran las negociaciones respectivas con los ministerios de Economía y Hacienda -tema de las exenciones fiscales- y de Industria -cuestión del acuerdo con las televisiones-.

¿Y las exenciones?

También Gracia Querejeta aludió a la necesidad de «una mejora en relación con las TV porque son una fuente de financiación esencial», así como a si en Cultura existe o no «una voluntad de llegar a un sistema de exenciones, pues es un debate que tiene que estar en la ley».

Y es que no sólo la falta de consenso con los operadores de televisión se cierne como problema sobre la futura nueva Ley del Cine. Una de las peticiones prioritarias del sector -y en especial, de la Federación de Asociaciones de Productores Audiovisuales (Fapae), que preside Pedro Pérez- queda sin atender: el anteproyeto no incluye la posibilidad de un sistema de exenciones fiscales que, como ya ocurre en Irlanda, Gran Bretaña o EEUU, permita atraer a nuevos inversores al mundo del cine. «Falta una palanca económica, y ése es el precio para que el cine español, hoy mayoritariamente deficitario, pueda ser competitivo», dijo Pedro Pérez.

Muy crítico y directo fue igualmente el secretario general de la Fundación Autor, Francisco Galindo: «Ya podía haber esperado el Ministerio tres o cuatro días para presentar el anteproyecto de ley, y así los autores podríamos haber hecho nuestras sugerencias. Ha sido, desde luego, una ocasión perdida».