El gigante galo de las telecomunicaciones anunció, en un primer momento, un recorte de empleo de 9.000 empleados a nivel mundial, que luego aumentó hasta 12.500, es decir, un 39% más. CCOO calificó de «incoherentes» los motivos de Alcatel-Lucent para justificar el recorte de empleo en sus plantas españolas, y subrayó que «no se puede excusar el despido de miles de trabajadores basándose en las pérdidas económicas y, sin embargo, mantener el pago de beneficios a los accionistas».

La Federación recordó que los motivos esgrimidos por la compañía son las sinergias y los malos resultados económicos, aunque consideró que los beneficios de esta compañía en España van a ser mejores que los del resto del mundo. «Y, a pesar de ello, va a ser nuestro país uno de los más afectados por la reestructuración», denunció el sindicato.

La FM-CCOO rechazó «rotundamente» las medidas anunciadas por la empresa, y reclamó el mantenimiento del empleo, de los proyectos industriales y de las inversiones en I+D en las plantas españolas, ya que «la búsqueda de viabilidad pasa por un proyecto industrial y no mediante la salida fácil de eliminar puestos de trabajo».