DANI CORDERO
BARCELONA.-
La oposición reaccionó tan dividida al recurso de inconstitucionalidad sobre la tercera hora de castellano en la educación primaria como podrían estarlo los partidos que forman el Govern. CiU a un lado. PP y Ciutadans al otro. Los primeros a favor del recurso, pero restándole valor. Los segundos, en contra, y con el argumento de que la decisión del Govern no sólo no favorece a los ciudadanos de Cataluña, sino que la sociedad catalana está en contra del recurso.
Francesc Vendrell consideró la decisión aprobada en el Consejo Ejecutivo como un «nuevo problema» en el Tribunal Constitucional y aseguró que se abre un «debate jurídico sin tener en cuenta a los ciudadanos de Cataluña». Como ha defendido en las últimas semanas el PP, su portavoz parlamentario apostó ayer por la necesidad de que el castellano disponga de más de dos horas a la semana en los colegios catalanes. «Eso lo tiene claro todo el mundo», remarcó Vendrell, quien aseguró que tanto el castellano como el conocimiento de un tercer idioma son objetivos imprescindibles para acometer el reto de la competitividad de la que habla Montilla.
Si Vendrell denunció que el Govern ha modificado su opinión respecto al decreto estatal de enseñanzas mínimas en la Educación primaria en tres ocasiones, el presidente del grupo mixto, Albert Rivera, calificó de auténtico «jeroglífico» la posición del tripartito en esa materia.
El presidente de Ciutadans-Partido de la Ciudadanía defendió que la demanda ante el TC carece de apoyo popular, ya que «la sociedad catalana no está en contra de esta tercera hora de castellano». Rivera se basaba en el CIS, según el cual un 51% de los catalanes tiene como lengua materna el castellano. El recurso hace pensar a Rivera que «el identitarismo y el nacionalismo» están presentes en el tripartito, al que le reclamó que se quite la máscara.
«Vergonzoso»
Un símil fue el que utilizó el portavoz del grupo de CiU, aunque con signo contrario al expresado por el líder político de Ciutadans. Felip Puig considera que el recurso no es más que «una maniobra de distracción» del tripartito frente a las próximas elecciones municipales. Puig consideró que el recurso «llega tarde y mal, a contrapie y de forma medio vergonzosa». Dice que Montilla ha decidido presentarlo para «contentar a ERC» y lo ha hecho con la «debilidad jurídica» de no ir avalado por el Consejo Ejecutivo.
Por su parte, el portavoz de ERC, Joan Ridao, avanzó que en la sesión de control de mañana en el Parlament reclamará a Montilla, que dé «un puñetazo sobre la mesa» ante los «ataques» del PP al Estatuto catalán. Ridao explicó que su partido exige al president «una exhibición de fuerza» ante la situación «extrema» que vive el autogobierno catalán, y por ello le pedirá «que no descarte una auténtica movilización popular» contra la estrategia del PP, tal y como planteó ayer también ICV.
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