Yahora vienen y nos blindan las huchas». La indignación de Gerardo crecía por momentos. También la de los demás vecinos de la Plataforma Antiparquímetros de Hortaleza que, el lunes por la tarde, a eso de las 19.30 horas, se encontraban con «una nueva sorpresa» relacionada con las polémicas rayas verdes y azules. «Han venido dos operarios y han puesto unas protecciones metálicas sobre la estructura», explicaba Emilia Lozano, portavoz del colectivo, junto a una de las máquinas, «cubre toda la parte superior para evitar que sea dañada». Ayer por la mañana, antes de las 9.00 horas, cuando empieza a funcionar el SER (Servicio de Estacionamiento Regulado), retiraban el blindaje. Nueva jornada, pero en esta ocasión con los parquímetros en marcha. «Así se garantizan el negocio, porque lo que buscan es recaudar y recaudar dinero».
El lunes por la mañana, cuando los vecinos vieron que estaban arreglando todos los parquímetros -«hay 10 en el casco antiguo y ninguno funcionaba»-, ya estuvieron toda la jornada con la mosca detrás de la oreja. «Ese día, y después de haber estado los parquímetros inutilizados durante meses, se hincharon a poner multas». A la gente le pilló de improviso la buena nueva. «Es el colmo de la represión, del abuso de autoridad... El alcalde va a seguir en sus trece; no hay manera de que recapacite y se replantee la situación», se lamentaba Emilia Lozano.
En unos días, los colectivos antiparquímetros celebran su primer año de lucha. El 3 de marzo saldrán de nuevo a la calle para recordar al alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, que siguen ahí. Tienen claro que el tiempo, aunque desgasta, no va a quitar fuerza a su reivindicación, la de retirar los parquímetros de Fuencarral, Carabanchel y Hortaleza, los tres barrios periféricos que se han visto tocados por el SER.
«Menudo negocio está haciendo la empresa de los parquímetros, entre ponerlos, arreglarlos y protegerlos», decía Gerardo, sin poder creerse aún la situación. A la conversación, ya pasadas las 21.00 horas, se iban sumando vecinos de la zona. «De este señor [por Gallardón], nos podemos esperar cualquier cosa», afirmaba un hombre que salió de casa para ver la nueva decoración del barrio. «Es lo que faltaba».
Desde el Ayuntamiento, se limitaban ayer a decir lo siguiente: «No tenemos nada que ver en este asunto. El Ayuntamiento ha adjudicado el SER y esto [por el blindaje de las máquinas] es competencia de la empresa correspondiente». La Plataforma de Hortaleza contestaba: «¿Los policías municipales que acompañaban a los operarios mientras montaban y desmontaban también son cuestión de la empresa adjudicataria? Es indignante que nos traten como a tontos».
El concejal socialista de Régimen Interior y portavoz de la Junta Municipal de Hortaleza, Ramón Silva, calificó de «despropósito» que el Ayuntamiento de Madrid utilice a agentes de la Policía Municipal para vigilar el blindaje y criticó que los efectivos municipales se dediquen a cumplir los «deseos» del alcalde y no de la seguridad del distrito
En Hortaleza, por ahora la única zona en la que se han protegido las máquinas, todos los parquímetros estaban rotos, quemados o destrozados hasta principios de esta semana. Las rayas verdes y azules se entremezclaban con otros colores; la lucha de brochazos había marcado también el terreno. El restablecimiento del servicio ha dejado helados a los vecinos. «Seguro que si ven que aquí funciona lo de cubrir las máquinas de noche, lo extenderán a los otros barrios, a Carabanchel y a Fuencarral».
En estos dos recibían la noticia ayer con «asombro» y «perplejidad». Desde Carabanchel, Pedro Casas, se mostraba seguro de que la batalla «está ganada». «El Ayuntamiento está dando palos de ciego. Tarde o temprano, los va a quitar. No sabemos si antes o después de las elecciones». En este barrio, según los vecinos, hay unos 50 parquímetros. «Habrá 24 en Carabanchel Alto y los mismos en el Bajo. En el primero no funciona ninguno y en el segundo, unos pocos, los que están en los alrededores de la Junta Municipal». En resumen, «seguimos estando como hace un año».
En las filas de la Plataforma de Fuencarral-El Pardo, sí ven más probable que la medida se ponga en práctica en las demás zonas. «Supongo que en un futuro, blindarán los de todos los barrios», afirma Amador Campa, el presidente del colectivo. En este área han crecido 166 máquinas que regulan el estacionamientos de vehículos. «En Navidad estaban prácticamente todos estropeados. Los han arreglado en su mayoría... Quedarán unos 30 aún que no funcionan». Se quejan desde la Plataforma también de que «están poniendo multas, aunque no estén operativos los parquímetros». Dicen ver más Policía que de costumbre por el barrio y ni con esas se plantean parar la lucha, que ya tiene en el calendario diversas jornadas reservadas para gritar de nuevo «¡parquímetros, no!»
Por el momento, Hortaleza se ha llevado la peor parte. Estos días, los colectivos de los tres barrios se reúnen para cerrar fechas en la agenda. La manifestación del 3 de marzo será «la más gorda», en palabras de Emilia Lozano, de Hortaleza, «van a apoyarnos diferentes colectivos, sindicatos, partidos...». Pero aparte de esto, pretenden dar mucha más guerra. «Le vamos a amargar la campaña al querido alcalde». El Pinocho y el Parquímetro -dos vecinos disfrazados como tales-, que desde hace meses acompañan al alcalde a muchos de sus actos, están dispuestos a seguir recorriendo la ciudad para recordar al regidor que el problema de los parquímetros en los barrios periféricos no es, ni mucho menos, agua pasada.
«El sábado vamos a montar una aldea gala en Carabanchel», adelantaba Pedro Casas. «Resistimos desde hace un año y estamos convencidos de que vamos a ganar por goleada». Anuncia un Carnaval muy movido. «Aquí no funcionan los parquímetros. El alcalde no ha sido capaz de lograrlo en un año». La fiesta de Don Carnal la van a celebrar en el barrio del Pilar disfrazando, el sábado, a las máquinas expendedoras.
Con este panorama, la campaña electoral que se avecina -los comicios son el 27 de mayo- no ha pasado por alto a los colectivos antiparquímetros. «Está claro que vamos a estar ahí, antes, durante y después, si es necesario», advierten desde la Plataforma de Hortaleza. «El señor Gallardón nos va a tener que aguantar». De hecho, los candidatos deberán hacer hueco al nuevo nombre, Ruiz-Vampirón, la última parodia montada por las plataformas anti-SER.