La contestación a una ampliación del Servicio de Estacionamiento Regulado (SER) a los centros históricos de Hortaleza, Fuencarral, Carabanchel Bajo y Carabanchel Alto ha tenido distintas intensidades y distinto cariz, según dónde y quién lo convocara.

Madrid ha sido escenario de manifestaciones al más puro estilo clásico, actos festivos con la participación de niños y mayores, hombres y mujeres disfrazados...

Pero también se ha recurrido, en algunas ocasiones, a actos vandálicos que le han hecho un flaco favor al movimiento y le han costado a los madrileños a razón de 7.000 euros el parquímetro estropeado. Y por lo que dicen algunos vecinos, estos aparatos no han funcionado nunca en Carabanchel o en calles de Hortaleza.

Por la vía pacífica, la próxima cita para decir que no al SER es el miércoles 21 de febrero, a las 18.00 horas. Las distintas asociaciones han convocado un acto lúdico-festivo: el entierro del parquímetro que, imitando al tradicional sepelio de la Sardina, trata de dar por muerto estos aparatos.

El recorrido del desfile fúnebre será desde la Puerta del Sol hasta la plaza de la Villa.

Gran manifestación, el día 3

Seis días después, el martes 27 de febrero, en el distrito de Hortaleza, se ha convocado otra manifestación previa a la protesta general que se celebrará el sábado 3 de marzo.

Este día, los afectados marcharán todos juntos entre Callao y la plaza de la Villa para recordarle al alcalde que siguen en contra de los parquímetros. Habrá pasado justo un año y dos días desde que el sistema prepago se puso en marcha en estos distritos.

El Gobierno municipal se ha reunido durante todo este tiempo en varias ocasiones con los representantes de los vecinos de los cuatro cascos históricos. Sin embargo, en ninguna de las citas hubo algún tipo de acuerdo: los afectados querían la retirada inmediata del SER antes de empezar a hablar y el concejal de Movilidad, Pedro Calvo, ofertaba una flexibilización pero nunca borrar las rayas azules y verdes de estas calles.

Lo más que sacaron los vecinos de estos encuentros fue que se retiraran las plazas azules (exclusivas de rotación) para que los vecinos pudieran aparcar en toda la calle, sin limitarse a las verdes.

Eso sí, cualquiera que ocupe estos aparcamientos tiene que tener en regla la tarjeta de residente.

Además, el Consistorio se sacó de la manga un nuevo permiso de aparcamientos para autónomos, la tarjeta naranja, y áreas sanitarias, como en La Paz, donde se puede aparcar más horas.

LOS DATOS DEL SER

167.000 plazas. La última ampliación del SER al interior de la M-30 y a cuatro cascos históricos ha pintado en verde y en azul unas 167.000 plazas de aparcamiento en total.

2.500 parquímetros. Los culpables de esta rebelión se multiplicaron por la ciudad el 1 de marzo de 2006, para llegar a los 2.500 aparatos, repartidos por los 51 barrios que tiene el sistema.

5,2 millones de beneficios. El Ayuntamiento dice que la ampliación del SER es deficitaria. Y tiene razón. Pero el beneficio del interior de la M-30 aún permite que el sistema sea positivo en 5,2 millones.