LUIS F. DURAN
La Policía reventó una chabola del poblado de La Quinta, en el distrito Fuencarral-El Pardo. En la batida se encontraron con cocaína, heroína, armas de fuego y 25.000 euros en metálico. Un hombre de 40 años, José Antonio F. B., y su pareja, Julia F. S., de 36, fueron detenidos por un delito contra la salud pública, según informó ayer la Jefatura Superior de Policía. También se les imputa un presunto delito de tenencia ilícita de armas.
Ninguno de los dos tiene antecedentes delictivos, según indicó a Efe una fuente policial tras explicar que el arresto se produjo la pasada semana.
El operativo se puso en marcha cuando agentes de la Policía Judicial de Fuencarral detectaron un aumento de ventas de sustancias estupefacientes en el poblado chabolista conocido como La Quinta. El dispositivo de vigilancia dio como resultado la ubicación exacta del lugar de donde presuntamente se distribuía la droga y la posterior detención de la pareja.
En su domicilio se encontraron 25.620 euros en efectivo, en billetes menores de 100 euros, 147 gramos de cocaína, seis de heroína, una escopeta, una pistola del calibre 8 milímetros, que carecía de documentación, y cuatro radios CD para vehículos.
El poblado de La Quinta se encuentra muy cerca de la M-40. En 1992 se montó para acoger a un centenar de familias de los poblados chabolistas de la Cruz del Cura y Ricote, en Fuencarral, y del de la avenida de Aster, en Chamartín. El pasado año el Ayuntamiento inició el desmantelamiento del centenar de chabolas de La Quinta. Casi un año después del principio del fin del poblado, aún quedan nueve familias a la espera de una nueva vivienda, según los datos oficiales que maneja el Consistorio. Este año está previsto que sean derribadas todas.
Asimismo, agentes del Cuerpo Nacional de Policía detuvieron ayer en el Aeropuerto de Barajas a un ciudadano boliviano que pretendía introducir en España un kilo de cocaína que había ingerido en forma de bolas. Los agentes del Grupo de Estupefacientes detuvieron a Franz Alberto H.V., de 38 años, tras su llegada a Madrid en un vuelo procedente de Sao Paulo (Brasil). El arrestado había ingerido un kilo de cocaína, por lo que tras su detención fue trasladado al Ramón y Cajal.
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