FICHA TÉCNICA
COOPERATIVA DE VIVIENDAS MILITARES:
Situación: Glorieta de Ruiz Jiménez, 1, con vista a Alberto Aguilera, 1, San Bernardo 91 y Santa Cruz de Marcenado 1, 3 y 5./ Arquitectos: Fernando Higueras y Antonio Miró Valverde./ Proyecto: 1967-1968./ Construcción: 1968-1974
El Movimiento Moderno siempre demostró cierta prevención -muy próxima al rechazo en demasiados casos- ante un posible vínculo con el patrimonio arquitectónico precedente. En bastantes ocasiones, la modernidad llegó a negar el valor del casco monumental de las ciudades. Hasta tal punto, que al referirse al corazón de la ciudad alude más al centro cívico y representativo de la ciudad moderna que el propio casco histórico. De ahí que para los arquitectos y urbanistas modernos cada área o barrio pudiera necesitar un centro o núcleo más o menos relacionado con la memoria construida; pero de esto ya se encargaban ellos, un solo espacio para un corazón único. Eso sí, todo lo moderno que fuese necesario.
Con semejante planteamiento, se comprende que la relación entre arquitectura con vocación de modernidad y el tradicional casco urbano nunca se presente como una tarea sencilla. Hasta cierto punto, la proximidad de lo monumental -y esto no deja de tener su enjundia-, más que otra cosa, casi siempre ha sido entendida como un acto intimidatorio. Parece como si la arquitectura moderna, siempre tan preocupada por marcar los límites de su propia identidad, temiese perder parte de esa esencia al ser contaminada por edificios que, debido al paso del tiempo, han conseguido superar la frontera del estilo.
En la Cooperativa de Viviendas Militares de la glorieta de Ruiz Jiménez se puede encontrar un excelente ejemplo de cómo la arquitectura no necesita renunciar a expresar la dinámica de su tiempo para integrarse en un casco consolidado. Además, como ocurre en el presente caso, es capaz de asumir sin renuncias un recinto que en su proximidad alberga edificaciones histórico-monumentales de gran volumen y calidad: Convento de las Comendadoras e Iglesia de Santiago el Mayor (1667-1697) y Cuartel del Conde Duque (1717-1754), hasta llegar al profuso barroco de la fachada y torre levantada por Pedro de Ribera para la Iglesia de Nuestra Señora de Montserrat (1668-1733).
El conjunto de la Cooperativa de Viviendas Militares se levanta en terrenos que pertenecieron al antiguo Hospital de la Princesa. Ocupa, por tanto, una enorme parcela que hizo necesario la apertura de una nueva calle y así prolongar Santa Cruz de Marcenado hasta su confluencia con San Bernardo, donde, finalmente, aquella entronca con Manuela Malasaña.
Lo más significativo del proyecto de Fernando Higueras y Antonio Miró es su rotunda afirmación en no dejarse intimidar por las dimensiones del solar ni la proximidad de tanto monumento singular.
Por el contrario, Higueras y Miró definen su propuesta desde el territorio específico de la arquitectura moderna: expresividad en el tratamiento de la estructura y un radical sentido de la continuidad en los acabados. Aquí el hormigón blanco se comporta como material único.
Así, se entiende que la trama portante del edificio establezca un expresivo juego donde pilares y vigas acarteladas enfatizan unos voladizos cuya finalidad es apoyar unas gigantescas jardineras que permitan el crecimiento de grandes masas de plantación verde, que al descolgarse por las fachadas otorgan al conjunto un inequívoco aspecto de objeto moderno relacionado con su época, pero no por ello beligerante con el entorno.