Los grupos municipales de CiU y PP en el Ayuntamiento de Barcelona denunciaron ayer el «secretismo» y el «hermetismo» del Consistorio en la organización del sorteo para adjudicar 1.500 pisos de protección oficial, a los que aspiraban más de 54.000 solicitantes. Al sorteo sólo pudieron asistir 150 personas elegidas previamente, como publicó ayer EL MUNDO. El resto de aspirantes se tuvieron que quedar fuera de la sede de Barcelona Activa, el lugar elegido para realizar el sorteo, protegido por un importante despliegue de la Guardia Urbana.
El presidente del grupo municipal del PP, Alberto Fernández Díaz, denunció la «opacidad» del sorteo celebrado ayer, lo que, a su entender, demuestra la «vergüenza» del tripartito municipal, ya que su política de vivienda es un «auténtico cero a la izquierda».El líder popular aseguró que el 94% de los pisos de protección que el Ayuntamiento ofrece actualmente, a finales del mandato municipal, «ya figuraban en la última legislatura», por lo que se trata de «incumplimientos» de años anteriores, algo que Fernández Díaz ya ha denunciado en otras ocasiones.
El presidente del grupo municipal de CiU, Xavier Trias, también sostuvo que el Ayuntamiento de Barcelona tiene «vergüenza» y por ello el secretismo con el que se realizó el sorteo, ya que «sólo están finalizadas 73 de las 1.500 viviendas» que se deben adjudicar. Trias acusó al Gobierno municipal de «no estar al quite» y actuar sin «convicción» a la hora de desplegar auténticas políticas de vivienda, algo que calificó de «herramienta de políticas sociales». «La única administración pública capaz de generar suelo es el Ayuntamiento, pero no tiene capacidad ni imaginación para hacerlo», criticó el líder nacionalista en Barcelona.
Por su parte, la Asamblea Popular por una Vivienda Digna de Barcelona celebró, durante la tarde de ayer, una discreta protesta ante la sede del sorteo.
Una docena de miembros del colectivo V de Vivienda se situaron en la misma entrada del edificio acompañados de una enorme pancarta con el lema No Enmasc-Hereu el problema de l'habitatge. Mientras, otros participantes repartidos por los exteriores del recinto y ataviados con caretas que simulaban una casa pintada con el símbolo del euro, se limitaron a sostener carteles con otras consignas ya utilizadas anteriormente como ¿Vivienda protegida? Eso es sólo un parche, El 22@ especula y nos roba o Aquí no hay quien viva. Todo, bajo la atenta mirada de más de una veintena de efectivos de la Guardia Urbana que, apostados frente a la puerta de la sede de Barcelona Activa, evitaron la entrada de los manifestantes.
Protesta pacífica
En todo caso, aunque la protesta evolucionó de forma pacífica, diversos agentes evitaron, con algún que otro forcejeo, que algunos de los miembros de la Asamblea intentaran repartir sus panfletos entre las personas que se acercaron hasta la sede de Barcelona Activa con la intención de participar en el sorteo de los pisos.
Albert Sancho, portavoz improvisado de la Asamblea, aseguró que el propósito de las octavillas no es otro que dar a conocer a los asistentes al sorteo que «sólo tienen un 0,02% de posibilidades de que les toque un piso» y animó a todos los presentes a acudir a la manifestación que tendrá lugar el 24 de marzo en la plaza de Catalunya bajo el lema: ¿Estás dispuesto a pagar estos precios? Pues va a ser que no. Manifestación por el derecho a una vivienda.