MIGUEL PENEDÉS
BARCELONA.-
La crisis Eto'o estallaba casi al mismo tiempo que Rodrigo de la Fuente levantaba la Copa del Rey, el primer título de la sección en tres años. Así se ha repetido en las dos últimas décadas. Cuando el baloncesto sumaba ligas una temporada tras otra, el fútbol sólo contaba decepciones y polémicas. Cuando llegó Ronaldinho, el baloncesto dejó de ganar y cuando Navarro y compañía consiguen levantar cabeza, el fútbol sufre un cataclismo.
Esta noche el Palau Blaugrana olvidará el terremoto futbolístico para ovacionar a ese Barcelona campeón de Copa a costa del Real Madrid. El primer partido del Top 16 ante el Proklom, teóricamente el equipo más flojo del grupo, servirá de homenaje a los sorprendentes campeones y de reconciliación de la grada e Ivanovic.
«Debemos saber que ahora la Copa ya ha pasado y que sólo es importante la concentración para afrontar este partido», afirmaba un experto Rodrigo de la Fuente. Ivanovic, por su parte, insistía en mantener «los valores que nos ha dado la Copa», consciente eso sí, de que «el Barcelona está mejor que hace unos meses y por lo tanto debe mantener su línea ascendente. El Top 16 no permite errores», remachó.
|