LEONOR MAYOR
BARCELONA.-
José Montilla es una maestro en el arte de salirse por la tangente. El presidente catalán es un hombre cauto que no quiere líos innecesarios, por eso suele contestar a las preguntas difíciles o mal intencionadas con evasivas y, sólo cuando está muy seguro de algo, da una respuesta concreta.
La sesión de control parlamentaria es el foro ideal para que Montilla ponga en práctica su arte. Cada 15 días, el president hace una auténtica exhibición de la técnica de hablar sin decir nada -y sin mirar a su interlocutor, dicho sea de paso- ante periodistas y diputados.
Pero ayer a Montilla le falló su técnica. Su intento de responder sin responder a una pregunta del líder del PP, Josep Piqué, le condujo a un atolladero mayor que si hubiera contestado con toda claridad.
La cosa se remonta a la semana pasada, cuando el vicepresidente de la Generalitat, Josep Lluís Carod-Rovira, aseguró en una conferencia que pronunció en el Palau de la Generalitat que si el TC 'tumba' el Estatut a Cataluña sólo le quedaría la vía de la independencia.
Piqué preguntó ayer a Montilla si comparte todas las opiniones de su vicepresidente. Montilla contestó que sí. Piqué le repreguntó que si también comparte estas afirmaciones sobre el Estatut.Y ahí, es donde el presidente catalán patinó, pues aseguró que Carod en esa conferencia no actuó como vicepresidente, sino como líder de ERC.
Entonces entró en juego, el presidente de CiU, Artur Mas, quien pidió dar una conferencia en Palau: ¿Si Carod puede hacerlo, por qué yo no? Ni corto ni perezoso, Montilla le contestó que sí, que cabe la posibilidad, porque en Palau se hacen muchas cosas y hasta se presentan libros. Piqué también reaccionó rápido al enviar una carta a Presidència en la que oficialmente pide la sala de conferencias de Palau para dar una charla sobre 'La posición del PP'.
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